El Ayuntamiento de Valencia colocará cámaras en determinados semáforos de la ciudad para fotografiar y multar a quienes se los salten en rojo. La instalación, según anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez, correrá a cargo de una empresa privada que, a cambio, se quedará con un porcentaje de las sanciones que imponga.

Con esta iniciativa, el equipo de Gobierno municipal recupera una medida de finales de los años ochenta que fue anulada por la conflictividad social que generaba. Para su aplicación, no obstante, se ha hecho una prueba piloto con una cámara colocada en la Avenida del Cid que ha demostrado que, "aún sabiendo que está allí, la gente se lo sigue saltando", dijo Miguel Domínguez.

Su idea es colocar este tipo de cámaras en los semáforos que tengan mayor peligrosidad e intensidad de tráfico. Y la previsión del ayuntamiento es que les salga gratis. En concreto, pretende que la instalación la pague una empresa privada a cambio de recibir un porcentaje de las multas.

Para hacer esta adjudicación ya se está redactando el pliego de condiciones y todo parece indicar que la medida podría ser una realidad este mismo año. El número de cámaras y el lugar donde se coloquen se pactará con la empresa adjudicataria.

Domínguez también anunció la instalación de radares fijos y móviles -ahora hay dos de la DGT- para controlar la velocidad en las principales avenidas de la ciudad, todo ello enmarcado en un programa general, explicó el concejal, dirigido a "proteger a los peatones y a los ciclistas".

De hecho, Domínguez aseguró que en los próximos meses se hará una campaña en la prensa para concienciar a los conductores de la necesidad de respetar a estos otros usuarios de la calzada.