La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia planteó ayer a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, su oposición a los planes del Valencia CF para incrementar de 16 a 22 las alturas de las torres que se quieren construir en el solar del viejo Mestalla. Su argumento es el compromiso alcanzado con los vecinos cuando se hizo el planeamiento de la zona y la sentencia que declaraba ilegal la ampliación del estadio, una edificabilidad que ahora no puede ser consolidada en las nuevas construcciones.

Las propuestas sobre el nuevo Mestalla saltaron sobre la mesa durante la reunión que la dirección de la Federación de Asociaciones de Vecinos celebró ayer con Rita Barberá y otros siete concejales de su equipo de Gobierno. En principio iba a ser una reunión de cortesía para que la presidenta vecinal, María José Broseta, presentara a la máxima autoridad municipal los integrantes de su nueva junta directiva, elegida en el mes de diciembre. Pero al final se celebró una reunión de trabajo en toda regla, con una serie de puntos preestablecidos, y el resultado fue «positivo y cordial» según ambas partes.

Aunque no estaba en el «orden del día», María José Broseta sacó a colación la última propuesta del Valencia CF para construir en el viejo Mestalla una zona comercial con siete torres de viviendas de 22 alturas, seis más de las previstas en el planeamiento. La dirigente vecinal recordó que aquellas 16 alturas fueron un compromiso de Alfonso Grau con los vecinos que ha de respetarse y además hizo valer la sentencia ganada por la propia entidad por la que se declaraba ilegal la ampliación de Mestalla, concretamente las gradas que sobresalen del vuelo original. Ya que se le perdonó al Valencia el derribo de aquellas gradas para no crear un problema social y deportivo, no creen que sea lógico sumar esas gradas a la edificabilidad del recinto y consolidarla en el nuevo planeamiento.

Al respecto, la alcaldesa se limitó a decir que desconoce por completo las propuestas del club y, por tanto, no se pronunció sobre el caso. Los vecinos, sin embargo, ya anunciaron que se opondrán en las instancias que corresponda.

Ley de Régimen Local

Por lo demás, los tema tratados ayer fueron muy variados y genéricos. Uno de ellos fue la nueva Ley de Régimen Local y las competencias que perderán los ayuntamientos, un asunto que preocupa a los vecinos por la necesidad de mantener la proximidad de los servicios.

Al respecto, Rita Barberá aseguró que tratará de mantener todas las competencias, fundamentalmente las de Empleo y Servicios Sociales, para mantener «el pulso» de los problemas y «no estar distanciados».

La alcaldesa explicó que habrá competencias que se puedan mantener y otras que puedan ser delegadas por convenio y con compromiso de financiación por parte de la administración autonómica. «La cuestión es que haya una competencia, una administración». «Y en el caso de que la financiación no se cumpliera, la propia ley establece que se detraerá el dinero de las prestaciones a la autonomía», dijo.

También se trató, como ya anunció este periódico, el problema del ocio y en concreto del «botellón», que se ha desbordado por toda la ciudad dividiéndose en «microbotellones» de los que hay «30 ó 40 todos los fines de semana», según Rita Barberá. En este sentido, la alcaldesa anunció un acuerdo para analizar la situación y buscar alternativas. «Ya se ha quedado para analizar esta situación con la delegada de ocio de la federación, que es Carmina del Río», quien por cierto fue concejala del PSPV en dos mandatos.