El próximo 1 de septiembre se pondrá al cobro el impuesto de vehículos de Tracción Mecánica, cuya novedad este año, al igual que los anteriores, es el descenso de la «matrícula», es decir, del número de coches censados. Según los datos que maneja el Ayuntamiento de Valencia, este año se emitirán 438.171 recibos, mientras que el año pasado fueron 450.990; en 2012 sumaron 461.167; y en 2011 fueron 471.149. Eso significa una reducción anual de en torno a diez mil vehículos que este año se ha elevado casi a doce mil, todo ello pese a la supuesta mejora económica y los planes especiales para dinamizar el sector del motor.

En paralelo a esa reducción del número de recibos, desciende también la previsión de ingresos del ayuntamiento. Así, si el año pasado se pusieron al cobro recibos por valor de 37,2 millones de euros, para este año esa cifra caerá a 36,8.

Al hilo de estos datos, el concejal de Hacienda, Silvestre Senent, anunció para el año que viene la congelación total de los impuestos, tasas y precios públicos. Ya en los años anteriores se habían mantenido invariables los impuestos y se habían subido los precios públicos de acuerdo con el IPC, pero como este año la inflacción a 30 de junio, que es la de referencia, ha sido de prácticamente cero, la congelación es absoluta, explicó.

El principal impuesto del ayuntamiento es el IBI, que supone unos ingresos superiores a los 200 millones de euros. Su cobró se ejecuta entre marzo y abril.