Valencia izó ayer por primera vez la gran bandera de España que el ayuntamiento le ha regalado a la Guardia Civil con motivo de los actos centrales de la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar. Veinticuatro metros cuadrados de enseña rojigualda que apenas ondearon debido a la falta de viento. Y aunque el tiempo acompañó, el izado del pendón nacional que le ha costado 15.000 euros a las arcas municipalesno consiguió reunir a más de 200 personas, incluidos los alumnos del colegio Maristas. Desde ayer y de manera permanente, la bandera ondea en la rotonda en la que confluyen el Pont del Regne y la Alameda.
El acto consistió en la rendición de honores por parte de la Compañía de Honores de la Guardia Civil (formada por el mando, dos secciones y una escuadra de Gastadores) a las autoridades presentes y a la bandera nacional; una vez fue izada, se celebró un desfile de la fuerza ante los asistentes, que contó con la participación de la banda de música del Cuartel General Terrestre de Alta Capacidad del Ejército de Tierra.
Además de los niños del colegio Maristas, invitados para la ocasión, numerosos curiosos se acercaron a ver qué pasaba en la rotonda del Pont del Regne. El ayuntamiento preparó un gran dispositivo, con centenares de metros acotados con tela roja, pero al ser en horario y día laboral, apenas doscientas personas presenciaron las actividades.
Hasta 20 coches oficiales aparcaron en las inmediaciones, correspondientes, entre otros, al President de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra; el Presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino; el Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; la Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; o el Presidente de la Diputación, Alfonso Rus, entre otras autoridades.
Una vez concluido este acto, todas las autoridades se desplazaron al centro cultural La Beneficencia para inaugurar una exposición que rinde homenaje a los agentes asesinados en actos terroristas. Para la tarde se hizo una ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados en la Basílica.
