La historia de Valencia se puede seguir a través de sus monumentos, sus edificios, sus leyendas... y ahora sus oficios y gremios. Desde la misma Plaza Redonda, epicentro del comercio de la ciudad, hasta la casa-obrador de José Luis March, la última que sobrevive en Valencia, pasando por la Lonja o el Gremi de Fusters, los gremios han conformado la ciudad que es hoy en día, con cientos de calles con nombres de oficios como «adressadors», «cordellats» o «tapineria».

La cooperativa CaminArt y Rutas Ciudadanas organizaron ayer una exitosa ruta por la ciudad siguiendo el rastro de estos gremios y oficios urbanos. La intención del itinerario, que contó con una gran acogida por parte del público, pretendía «enseñar los orígenes y el auge de las agrupaciones gremiales, los oficios tradicionales, las sedes de los gremios y los talleres artesanales que subsisten en el centro histórico de Valencia». Lo más interesante de la ruta es, según los organizadores, «el contacto directo con algunos artesanos que continúan desarrollando su actividad en el interior de su taller con las herramientas y técnicas tradicionales».

La ruta comenzó en la misma Plaza Redonda para discurrir después hacia el entorno de la Lonja de la Seda y del barrio del Mercat, que durante siglos creció al calor del epicentro comercial de Valencia que conformaban el propio mercado y la plaza. De ahí, la ruta recorrió algunas de las calles con nombres de gremios mientras los asistentes reconocían que no sabían de dónde venían. El itinerario siguió después por Velluters y el Colegio del Arte Mayor de la Seda, donde se pudo visitar un taller de seda. Se hizo lo propio con el taller de orfebrería Santamaría, el más antiguo de la ciudad, y con el Gremi dels Fusters, en el entorno de las Escuelas Pías.

Durante el recorrido se visitó también la antigua casa-taller del pintor Juan de Juanes y la casa-obrador de March en el barrio del Carmen, que es la única casa-taller que subsiste en Valencia. Los asistentes a la ruta vieron las técnicas utilizadas durante cientos de años por los artesanos valencianos. La ruta fue un éxito y tanto CaminArt como Rutas Ciudadanas plantean nuevos itinerarios para otoño e invierno.