La asociación de concesionarios de la playa de la Malva-rosa (Aremar), ha defendido la gestión del actual Gobierno del PP en lo referente a los chiringuitos, que ha dado «seguridad jurídica, claridad y nitidez a las concesiones» y hace «un frente marítimo «menos duro, más ecológico y competitivo». Por contra, aseguran que la gestión del anterior Gobierno socialista «significó una inflexión en las referidas concesiones que no aportaba valor añadido, sólo la reducción injustificada de los metros de ocupación de las concesiones».

En este sentido, el presidente de la asociación, José Miralles, ha recordado que a finales de 2010, cuando tenían «163 metros de edificio y 100 metros de terraza», tuvieron que tirar «100 metros de comedor» y perdieron «100 metros de terraza descubierta». Ahora, por contra, su previsión es tener, a cota cero, 243 metros cerrados más 70 de terraza descubierta, además de 213 metros en la primera planta.

A su entender, la argumentación del anterior gobierno de que «los chiringuitos eran concesiones contrarias a la anterior Ley de Costas es absolutamente falsa, puesto que la Ley de Costas de entonces establecía unos mínimos de ocupación (150 metros), pero preveía una ocupación superior atendiendo a la excepcionalidad de las playas», una excepcionalidad que en el caso de la Malva-rosa estaba reconocida en todas las legislaturas anteriores desde 1993».

En la legislatura actual, sin embargo, se creó una comisión mixta, se ha aprobado una nueva Ley de Costas y se ha hecho un reglamento que clarifica el sistema de concesiones, autorizaciones y permisibilidades, asegura.