Diversas entidades y asociacinoes vecinales del barrio de Benicalap insistieron ayer en la petición de que la antigua fábrica de cerámica la Ceramo acoja, a partir de 2016, una parte del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, «destinándose el emblemático conjunto rural a albergar los numerosos y valiosos fondos depositados en el citado museo de titularidad estatal», indican diversas entidades en un escrito remitido al Ayuntamiento de Valencia, que posee la fábrica desde el verano pasado, cuando pagó por ella 2,3 millones de euros.

«El ayuntamiento, la Diputación Provincial de Valencia y la Generalitat deben consensuar y coordinar un programa de intervención y reservar las partidas presupuestarias suficientes, en aras a lograr la total rehabilitación y reutilización de la antigua fábrica, que permanece abandonada y cerrada ya más de dos décadas», indican en el escrito, donde vecinos del barrio y otras entidades como Esquerra Unida piden que el complejo vuelva a vida «como un museo vivo, donde se puedan conocer 'in situ' los secretos y las obras de la cerámica de reflejo dorado, que tanto prestigio dieron a la ciudad de Valencia en el pasado».

Para ello proponen la creación de una escuela taller para iniciar las obras de rehabilitación en el próximo año 2016, «contando con la supervisión y participación activa de los técnicos y especialistas en patrimonio industrial y cerámica».