La concejala de Protección Ciudadana, que la semana pasada anunció la intención de vender las motos compradas para la visita de Benedicto XVI en 2006, apuntaba ayer que con toda seguridad lo harán «con subasta pública». Son muchos ya los que se han interesado por la flota de vehículos „ seis en total„, que se utilizan en contadas ocasiones a lo largo del año. El precio de salida, y el umbral en el que debe de moverse, se decidirá con el asesoramiento técnico de los mecánicos. Gómez confía en sacar un buen precio por las motocicletas al estar «customizadas» y en cualquier caso, apostillaba que todo rendimiento que se le pueda sacar «será bueno porque no se utilizan».

La edil socialista se aprestaba a matizar las palabras de Félix Crespo cuando aseguraba que las motocicletas salían «unas doscientas veces al año». «Ese dato es muy fácil de contrastar, porque el cuentakilómetros regista entre 6.000 y 7.000 kilómetros, que como cualquiera sabe es muy poco para los diez años de vida que tienen», incidía. El siguiente paso será la desafección de esos bienes, considerados públicos, para convertirlos en «patrimoniales» y poder someterlos a una transacción comercial de compraventa.

Los Audi 8 ya no son bien público

Algo que ya ha sucedido con los dos Audi 8, uno de ellos blindado, utilizados para los desplazamientos de la exalcaldesa Rita Barberá. Uno de ellos con matrícula 3492-GHF y otro con el número 6657-DMB. Una manera de revalorizarlos en el mercado, como ya anunció el alcalde Joan Ribó que era su intención. Uno tiene 84.000 kilómetros, el otro 63.000 kilómetros. La idea, también, es sacarlos a subasta pública.