Tomó la palabra Jorge Zabala, un niño de quinto de Primaria del CEIP Serrería. Desde su lugar en la bancada del hemiciclo municipal se dirigió con vehemencia al equipo de Gobierno: «Aunque solo seamos niños, tenemos cosas importantes que decir. Gracias por escucharnos». El Ayuntamiento de Valencia dio la oportunidad ayer a más de 70 alumnos de cinco colegios de la ciudad, de expresar sus preocupaciones y sus propuestas para mejorar su entorno. Nadie diría que las ocho «mociones» que presentaron ayer las habían redactado y desarrollado estudiantes de Primaria y Secundaria, porque el nivel de las mismas estuvo a la altura de lo que se discute cada final de mes en el Pleno. Incluso muchas de ellas estaban hasta presupuestadas. Pidieron desde la creación de centros juveniles o aumentar la limpieza en las calles hasta campañas contra el machismo o el maltrato animal. El alcalde Joan Ribó y los cinco concejales presentes reconocieron el trabajo de los chavales y se mostraron hasta sorprendidos con sus iniciativas.

Por primera vez el consistorio, a través de la Concejalía de Educación, ha propuesto un curso a los centros escolares para trabajar en la detección de carencias en su entorno más próximo y en la propuesta de iniciativas de mejora. «Se trataba de introducirlos en la democracia participativa y en la familiarización con los conceptos que le son propios», explicó la regidora delegada, María Oliver. Este año cinco colegio han presentado proyectos.

Abrió esta audiencia plenaria, con la presencia de Joan Ribó y los concejales María Oliver, Isabel Lozano, Pilar Soriano, Vicent Sarrià y Giuseppe Grezzi, el colegio Nuestra Señora del Carmen y San Vicente de Paúl de Benicalap. Los alumnos de 2º de ESO, representados por María Donderis, reclamaron la apertura de un centro juvenil en el barrio, mientras que Pablo Salom pidió una campaña de concienciación para mantener las calles limpias e incluso pidió «multas» para quienes no cumplan con el compromiso.

Paula Alós, de 4º e la ESO del Colegio Sagrado Corazón de Jesús (Esclavas), expuso la necesidad de impulsar charlas informativas sobre la sexualidad debido a la gran cantidad de embarazos no deseados que se producen «por desconocimiento y curiosidad» de los jóvenes, Violeta Villaplana y Andreu Carrasco, alumnos de los últimos cursos Primaria del CEIP Las Arenas, reclamaron la apertura de una Casa de Juventud en el barrio del Cabanyal que incluyera una sala de proyecciones «porque no tenemos ningún cine cercano», lamentaron.

Ainhoa Hidalgo y Jorge Zabala, representaron a sus compañeros del CEIP Serrería, y pusieron sobre la mesa dos temas de rabiosa actualidad. Por una parte pidió la rehabilitación de casas abandonadas «para las personas que no tienen nada» y un campaña contra «el maltrato animal». Por último, Laura Ramos y Carlota Camarena, del IES Abastos, pidieron una apuesta decidida por el uso de transporte público en la ciudad „con tarifas más baratas y más tiempo de uso de Valenbisi„ y una campaña contra el machismo.