El pasado martes se reunió en la Junta Municipal de Abastos el Grupo de trabajo con el Orden del día Respuesta de la EMT a las aportaciones de la consulta ciudadana sobre el cambio de líneas. Era la tercera reunión con asistencia al inicio de cerca de 30 vecinos, algunos representantes de Asociaciones de Vecinos, y al final de seis vecinos. La respuesta a las propuestas de los vecinos la comunican el Gerente de EMT, Josep Enric Garcia Alemany y dos altos directivos de la Empresa. Y lo que comunican, tras iniciar la reunión diciendo que estaban allí para recibir las críticas, es que no se ha aceptado ninguna de las propuestas presentadas. Eso sí, informaron que en el conjunto de Valencia se han aceptado más del 80 por cien de las propuestas. Algo increíble. El proceso de consulta ha sido apoyado por una campaña publicitaria en web y paradas de la empresa. Es decir ha habido mucha campaña y poca consulta. En el proceso se ha ninguneado por parte de la EMT y de la Concejalía de Movilidad tanto a las Asociaciones de Vecinos como a los vecinos que se han creído lo de la consulta.

En la reunión el gerente de EMT insistió en que ellos llevaban mucho tiempo trabajando y, por supuesto ellos sí que sabían lo que hacían, incluso se ha permitido una broma de mal gusto sobre los Ayuntamientos del cambio y los cambios de la EMT. Y ha confiado en los vecinos silenciosos para acallar las movilizaciones que hipotéticamente pudieran producirse impulsadas por asociaciones de vecinos descontentas.

En definitiva un proceso de consulta que solo puede calificarse de negativo, que degrada la participación ciudadana y a las Juntas de Distrito. Al menos la Junta Municipal de Abastos, como órgano descentralizado del Ayuntamiento, no ha dicho nada o la Concejalía de movilidad no le ha permitido decir nada.

Es cierto, como han dicho los representes de la EMT en la reunión, que podía no haberse hecho «la consulta» como no la hacía el Ayuntamiento anterior, Creo que el Ayuntamiento actual no debe aspirar a compararse con el Ayuntamiento anterior de Rita Barberá. Pero si realmente no estaban dispuestos a aceptar nada, ¿para qué hacer la parodia o apariencia de consulta?. En la reunión del 17 de mayo se les preguntó a los representantes de la EMT si la consulta iba a servir para algo. Dijeron que sí y ha sido que no. No se ha aceptado nada. Y no podía ser de otra manera, salvo que la dirección de EMT sea una irresponsable. Es imposible iniciar una consulta, con gran publicidad y sin cauces reales de participación, el día 17 de mayo, recibir propuestas el día 31 de mayo, responder a las propuestas el 6 de julio y poner en funcionamiento los cambios decididos por la EMT el 26 de julio. Es evidente que el calendario previsto no admite la aceptación de las propuestas de los vecinos frente a múltiples modificaciones, algunas de calado, como ocurre con las líneas 73 y la 81 en lo que respecta a los barrios de Abastos, que las convierten en radiales obligando a una parte de los usuarios a hacer transbordo en el Instituto Luis Vives. Nadie puede negar que para poner en funcionamiento el plan de cambios el 26 de julio, hay que llevar varios meses preparando todo la logística necesaria para el cambio.

Así no se deben hacer las cosas en los Ayuntamientos del cambio, de los que los vecinos deseamos y esperamos que se nos tenga en cuenta.