Los vendedores del Mercado Central celebraron ayer su segundo paro en protesta por la peatonalización del entorno y el retraso en el aparcamiento de la Plaza de Brujas. Eran dos minutos de paro y el apagón de los puestos, una convocatoria que tuvo una tímida respuesta y que probablemente no se repita. Según su presidente, Francisco Dasí, después de las explicaciones del ayuntamiento, bastará un «gesto» para abandonar las protestas y confían en que eso se pueda conseguir en los próximos días.

Básicamente, los vendedores piden un semáforo en la entrada de María Cristina, la señalización del mercado en el entorno, la agilización del aparcamiento de Brujas y que no se hagan más planes para la zona mientras no se realice esa infraestructura.

Dasí admite que los plazos del aparcamiento están claros e incluso agradece al Ayuntamiento de Valencia que se haya comprometido económicamente para sacarlo adelante. Pero cree que los accesos son mejorables y pide al menos algún hecho real más allá de las palabras, hecho que podría ser, por ejemplo, el semáforo de María Cristina.

Si en los próximos días se consigue ese mínimo «gesto» del ayuntamiento, cuestión en la que tienen mucha confianza, no volverán a repetirse los paros.