La dirección general de Cultura y Patrimonio ha reclamado al Gobierno central la participación en la toma de decisiones que se adopten en las obras de rehabilitación del edificio del Palacio del Temple cuyas obras iniciadas desde 2012 aún no han concluido. Así lo trasladó ayer el subdirector general de Patrimonio Cultural y Museos, Antonio Bravo, en su intervención en el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural que se reúne estos días en Avilés.

Antonio Bravo asegura que «el planteamiento competencial de las comunidades autónomas está ampliamente desarrollado y cuenta con suficiente experiencia para participar en las decisiones de forma conjunta con la administración central en aquellos bienes de protección cultural que se ubican en su territorio y son de titularidad estatal».

Por ello, solicitó que «sin mayor dilación convendría aportar a la Generalitat Valenciana absolutamente toda la información desde un principio, los proyectos originales y sus posteriores reformas, así como los informes de asistencia técnica»

En su intervención instó a abrir un debate sobre el artículo 6 de la ley de Patrimonio Histórico Español que aumentara las competencias de las comunidades autónomas en materia de patrimonio cultural para los edificios BIC de titularidad estatal y con servicios de la administración estatal.

Actualmente, la Generalitat no tiene competencia en los edificios BIC donde hay servicios públicos gestionados por la Administración del Estado como es el caso del Palacio del Temple de Valencia. «Esto solucionaría los problemas de desconfianza y de incomunicación que se produce en materia de cultura en aquellos bienes en los que son propiedad del gobierno central y están en territorio de la Comunitat Valenciana», indicó Bravo. Añadió que esta sería una buena solución para «deshacer un entuerto del que la víctima inocente y colateral es el Palacio del Temple».

El subdirector general de Patrimonio Cultural y Museos también planteó que se deberían eliminar el criterio de bajas temerarias en las adjudicaciones de obras de rehabilitación de edificios con protección cultural porque deberían ser empresas con acreditada solvencia en la construcción, dada la peculiaridad de las obras que se realizan en los edificios BIC, y no las ofertas más baratas.

Palacio del Temple es un inmueble construido en el siglo XVIII y declarado Monumento Histórico además de tener la calificación de Bien de Interés Cultural.

Unas obras llenas de tensión

Cabe recordar que las obras de reforma de este emblemático edificio de la ciudad han supuesto un tenso pulso entre el alcalde, Joan Ribó, y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

Hace justo un año, el Govern de la Nau, anuló parcialmente la licencia de obras, respecto al edificio de nueva planta que se estaba construyendo en la parte posterior para uso residencial y de oficinas, puesto que según el consistorio, se excedía «el nivel máximo de obras admisibles según el Pepri de la Seu-Xerea», es decir, «suponen un incremento de la volumetría y la alteración de los parámetros esenciales de la edificación». El problema era que la altura de esta edificación superaba la altura del propio palacio, una situación inadmisible para el ayuntamiento.

Delegación del Gobierno recurrió al Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana, que le dio la razón, alegando que no afectaba a la protección del edificio histórico. El ayuntamiento, lejos de acatar esta decisión, anunció que agotaría todas las vías para evitar que se reanudaran las obras.

Aún con el respaldo del Consell Jurídic Consultiu, Delegación del Gobierno evitó continuar la batalla con el ayuntamiento para no demorar más las obras y renunció a dos plantas del edificio de nueva construcción para así no superar el Temple en altura. Con este gesto, la situación se desbloqueó y las obras se reanudaron. Se esperan que finalicen en la primavera del año que viene.