El barrio de Orriols celebró recientemente el primer taller de propuestas de los vecinos y vecinas para la Estrategia Integral del barrio con la que estudiar los cambios que se harán en un futuro. Se trata de la primera jornada de este tipo tras la etapa de «diagnóstico», en palabras del concejal de Participación Ciudadana, Jordi Peris, quien explicó que habrá que esperar a enero para perfilar las iniciativas que se asumirán por parte del ayuntamiento para ponerlas en marcha.

Así, la semana pasada se pusieron en marcha tres mesas que abordaron los asuntos de vivienda, espacio público, empleo y comercio. Según señaló Peris, al respecto de la vivienda, los vecinos pusieron el foco en el problema de «las viviendas ocupadas», que han supuesto «algunos problemas de convivencia, por lo que se solicitaron medidas urgentes». Del mismo modo, otro de los problemas detectados ha sido que en edificio de la zona de Barona hay «problemas estructurales, de accesibilidad y eficiencia energética». Entre las propuestas de los vecinos participantes en el encuentro se valoró la posibilidad de crear viviendas compartidas entre las personas mayores del barrio y los estudiantes, promoviéndose la convivencia intergeneracional y solventándose los problemas de soledad de los mayores.

También se puso sobre la mesa la necesidad de alquileres sociales y, según Jordi Peris, la «repoblación» del barrio mediante programas que impulsen la llegada de familias jóvenes en un barrio envejecido. También se observó «que la cercanía con las universidades podría ser una posibilidad para crear bolsas de viviendas para profesores y estudiantes.

Barrio 30

Al respecto del espacio público, Jordi Peris, indicó que se habló de «movilidad que compatibilice la presencia de coches y peatones, creando espacios para peatones». Se apuesta por que estos espacios para caminar estén «alrededor de los colegios» y «en el entorno de la futura plaza de la ermita de Orriols».

Del mismo modo, según el también teniente de alcalde, se propuso crear zonas de aparcamiento a las afueras del barrio para ganar espacio para el peatón y pacificar el tráfico convirtiéndolo en barrio 30. La apuesta por el uso de la bicicleta vendría de la mano de las ciclocalles.

Del mismo modo, Peris valoró como muy interesante «la mejor conexión con la huerta y San Miguel de los Reyes -que siempre han tenido una gran presencia en la vida de los vecinos de Orriols-, que fragmentó la creación de la Ronda Nord». Así, algunos vecinos han planteado una intervención paisajística que prolongue la huerta hasta Orriols, incluyendo el uso de alquerías.

Por lo que respecta al empleo y comercio, Peris destacó ideas como «vincular la Formación Profesional con el tejido comercial, propiciando prácticas en los negocios del barrio» o «trabajar en el relevo generacional de los mismos con jóvenes y migrantes» que pueden coger el testigo.

«El equipo técnico pondrá en enero en orden las propuestas y se irán concretando los plazos de actuaciones», señaló Peris, quien recordó que ahora seguirán las mesas de trabajo en el barrio.