Durante años han campado a sus anchas por Viveros, pero la buena vida, o mejor dicho, la vida en semilibertad, se ha terminado para los tres pavos reales de los Jardines del Real. Al menos, de momento. Los tres ejemplares, y varias pequeñas crías, se han ubicado ahora en un cercado de 90 metros cuadrados cubierto por una gran red, lo que evita que puedan saltar. Precisamente, estas aves eran propensas a escapar del parque, lo que en los últimos años ha provocado más de un susto en la vía pública y molestias en el vecindario próximo, ya que emiten un canto agudo y muy fuerte.

La construcción del cerramiento lo ha realizado la concejalía de Desarrollo Urbano, dentro del plan de reurbanización del tapón urbanístico de la calle Flora, Genaro Lahuerta y Volta del Rossinyol. De esta manera el jardín de Vivero se ha visto ampliado considerablemente y en esta nueva zona verde se ha ubicado el cercado. Durante las obras los pavos reales se movían sin problemas entre las máquinas excavadoras e incluso se habían visto en la calle. Fuentes de la concejalía que dirige Vicent Sarrià señalan que estas aves «no pueden estar sueltas porque pueden llegar a ser peligrosas», no tanto porque ataquen a las personas, sino porque invaden la vía pública. «Parques y Jardines pidió que se acotara un espacio que no es una jaula, sino una zona cubierta por una red», sostienen desde la delegación, que aseguran que la «solución definitiva» para estos animales «la tiene que dar la concejalía de Bienestar Animal».

Desde la delegación de Parques y Jardines explican a Levante-EMV que este proyecto «proviene del mandato anterior» y que, en todo caso, «hemos pedido informes que garantizaran que las dimensiones del cercado eran las correctas para los animales». Así, según los datos ofrecidos por el departamento de Pilar Soriano, los pavos reales gozan de un espacio de 90 metros cuadrados de forma circular, con una altura aproximada de 8 metros.

La tercera «pata» del pequeño conflicto creado entre las distintas concejalías del Ayuntamiento de València la sustenta Bienestar Animal. Al parecer el departamento de Glòria Tello había solicitado el máximo respeto por las aves, y que en todo momento se garantizara que no iban a vivir en condiciones de estrés. También hay que tener en cuenta que además de tres ejemplares adultos, en el cercado se puede ver corretear a varias crías de pavos, por lo que la población crecerá considerablemente en este espacio. Lo cierto es que pavos reales son el último vestigio del antiguo zoo y, al contrario que el resto de animales, estas aves se quedaron en los Jardines de Real, en completa armonía con el entorno del parque.