Un lavado de cara de 1.200 euros no van a conseguir que los niños jueguen con la tranquilidad deseada en una calle que no está habilitada para ello» es el lamento de la Asociación de Vecinos de Favara, que ha denunciado la «chapuza» ejecutada por el Ayuntamiento de València en la calle Ramón de Perellós «que la Concejalía de Movilidad que dirige Giuseppe Grezzi vendió esta actuación como la primera vía "residencial" con prioridad para los juegos y actividades deportivas de los niños y no tiene nada que ver con la realidad: tan solo se ha pintado la calzada y se han instalado maceteros». La asociación propuso una reurbanización integral de toda la calle en los presupuestos participativos, que no se aceptó. Salió elegido ese proyecto de «vía residencial» tras cuya actuación considerada insuficiente «sigue siendo una vía más por la que los coches pasan a altas velocidades y es imposible que ningún niño pueda jugar», además de lindar con la subestación eléctrica, «un solar inmundo abandonado y un pequeño huerto espontáneo que agoniza».