Ángel Fernández y Virgilio Juárez son los dirigentes de la Asociación de Vecinos Plaza Murcia desde hace poco más de un año. De las cerca de 4.000 personas que habitan en el barrio de La Fuensanta, son los únicos que se preocupan por hablar con el Ayuntamiento para hacer que el barrio progrese.

"Hace cuatro años que nadie viene a podar aquí. Los árboles crecen sin ningún control y se meten en las casas, generan mucha suciedad y son un peligro para los vecinos. Muchos han tenido que cortar las ramas ellos mismos. Llevamos muchos años reclamando una solución y nos han hecho caso ahora, pero solo van a podar las zonas que consideran más urgentes", dicen. Y así es, el ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra en la calle Lluis Fenollet, donde ha podado algunos árboles y ha talado otros. Tras esto, deberán levantar el suelo y volver a pavimentar para arreglar los desperfectos que las propias raíces han generado en las aceras.

Pero las ramas no son el único problema de los árboles. Muchos de ellos son naranjos y necesitan una limpieza antes de marzo "para evitar una desgracia". "La naranja tienen que quitarla antes de fallas. El año pasado vinieron después de mandarles fotos todos los días, pero no la quitaron toda".

Los operarios también han comenzado a actuar sobre el parque de la plaza Berenguer y aunque Ángel lo agradece, lamenta que solo sea un parche: "Hay operarios trabajando pero la obra no tiene sentido. Solo van a remover la tierra y fijarla pero aquí hacen falta rendijas para que traguen agua", reclama.

Falta de aparcamiento público

Otra de las principales reivindicaciones de la Asociación se centra en la ausencia de un aparcamiento público en en el barrio. "Tenemos un descampado en la calle Casa Misericordia que es un problema para la zona, porque la gente aparca pero no está en buenas condiciones. Si llueve, al ser tierra, se encharca y genera mucha suciedad". El principal escollo al que se enfrenta la asociación es que el descampado no pertenece al ayuntamiento: "Queremos que el Ayuntamiento lo adquiera en propiedad para hacer un aparcamiento público en condiciones o que el dueño lo valle y los coches no puedan entrar".

A escasos metros, en la plaza de Vicente Castell Maiques, se encuentra un segundo descampado, mucho más amplio que el anterior. No obstante, el ayuntamiento solo tiene la propiedad de una parte, la otra pertenece a Xirivella. "Ya hemos hablado con ellos y dicen que nos ceden el terreno siempre y cuando hagamos algo que sea beneficioso para ambas partes, pero de momento no se ha concretado nada", dicen.

Virgilio afirma que cuando llueve el descampado acumula mucha porquería: "Cuando llovió en verano el agua se quedó aquí estancada, hacía muy mala olor y había muchos bichos y mosquitos".

Ambos coinciden en que si no se puede hacer un aparcamiento, que se construya un pabellón descubierto para que los niños del barrio puedan jugar siempre que quieran, sin depender de nada ni de nadie.