Los vendedores de la «Escuraeta» temen por la continuidad del tradicional mercado que se celebra a los pies de la Catedral de València, al entender que el ayuntamiento no atiende sus peticiones ante la futura modificación de la ordenanza municipal y la imposición de multas de hasta 300 euros por exceder en la superficie ocupada.

Según Silvia de Ambrosio, portavoz de los vendedores de la Escuraeta, un mercado extraordinario tradicional que se celebra en la plaza de la Reina desde el segundo domingo de mayo, día de la patrona de la Virgen de los Desamparados, hasta el domingo de la festividad del Corpus, tras la edición de este año se les impuso una sanción «por exceder en los metros de profundidad de los puestos cuando la profundidad de los metros de venta no sedentaria en todo el municipio es de un metro, no sólo para nosotros exclusivamente». «Únicamente se denunció a los puestos de este mercado con 300 euros por permiso», explica.

De Ambrosio señala que el ayuntamiento «se ha sacado una consulta de la manga para decir poco más o menos que somos un estercolero, aunque no exactamente con estas palabras», matiza, al tiempo que denuncia «cómo guinda» los vendedores están «con la incertidumbre del nuevo emplazamiento de este mercado, pues si bien no nos han comunicado nada, se supone que en breve van a empezar las obras la plaza de la Reina».

Los vendedores han solicitado entrevistarse con el alcalde Joan Ribó y el concejal delegado, Carlos Galiana, para discutir la nueva ordenanza, pero Ribó delegó en su edil, del que no han recibido respuesta, aseguran.