«Ningún día se han cubierto todas las plazas que ofrece el Ayuntamiento de València para las personas sin hogar», señalaban ayer desde la concejalía de Benestar Social. «Hay más recursos que demanda», insistían. No habrá, pues, que poner en marcha ninguna medida extra en la operación frío prevista hasta el momento. Tras la muerte de Eusebio y Carlos, dos sintecho, con apenas treinta horas de diferencia, el consistorio insistía en que las brigadas continúan con su ronda nocturna de reparto de mantas. El Centro de Baja dEixgencia de la calle María Llácer abierto desde finales de diciembre, y que permite la entrada de las mascotas de los sinhogar a un patio interior, tampoco se llena. En cualquier caso, desde la regidoria de Consol Castillo se aprestaban a recordar que los ciudadanos pueden dar aviso a las autoridades o fuerzas de seguridad si detectan casos extremos en las calles de València.

«El ayuntamiento está al lado de las personas que más necesitan la ayuda de la administración, ya sea por haber sido víctima de la crisis económica o por otras causas, como es, por ejemplo, la de las enfermedades mentales», manifestaba Castillo. «De hecho, nos preocupa esto y por eso estamos centrando mucho nuestro trabajo en este colectivo, por ser el más vulnerable y el que más necesita la ayuda municipal», reiteraba. La parroquia San Francisco de Borja acogió ayer una misa por los dos sinhogar fallecidos, ya que habían sido atendidos últimamente por los religiosos de la Misión Eucarística Voz de los Pobres