Los responsables del cabildo de la Catedral de València se comprometieron ayer a aportar informes complementarios que justifiquen la necesidad de derribar el muro del siglo XIX que oculta el ábside gótico de la Catedral, una de las intervenciones impulsadas por el Arzobispado atascadas desde hace meses en la Conselleria de Cultural. Así se acordó tras la reunión que el conservador de Patrimonio Artístico de la Catedral, Jaime Sancho, y el restaurador de la Seo, el arquitecto Salvador Vila, mantuvieron con la directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, tras advertir el cabildo de la existencia de varias obras pendientes del informe favorable de Patrimonio.

Entre estas obras está la recuperación del gótico de la fachada trasera de la Catedral, recuperada ya en gran parte, así como la apertura de las salas intermedias del Micalet como estancias de descanso en la subida a la torre-campanario. Sin embargo, la intervención más urgente es sin duda la de la Logia renacentista, cuyas arcadas y forjados están apuntaladas y con lonas de protección para evitar la caída de cascotes a la calle.

En la reunión, en la que también participó el subdirector general de Patrimonio cultural y Museos, Antonio Bravo, se analizaron los cuatro proyectos pendientes relacionados con la catedral de Valencia. Patrimonio destaca que la Catedral, donde también se ha notado la crisis y los recortes en las ayudas públicas, es uno de los monumentos donde más se ha actuado. En seis años, se han llevado a cabo diez intervenciones, siete durante el anterior gobierno del PP y tres con el gobierno del socialista Ximo Puig.

Los asistentes a la reunión destacaron el clima de entendimiento y la voluntad de desbloquear los proyectos siempre que se justifique su necesidad con informes multidisciplinares complementarios. Así lo establece, apuntan fuentes de Cultura, la ley de patrimonio valenciano en su artículo 35.4 donde señala que los proyectos de intervención en bienes inmuebles declarados de interés cultural contendrán un estudio acerca de los valores históricos, artísticos, arquitectónicos o arqueológicos del inmueble, el estado actual de éste y las deficiencias que presente, la intervención propuesta y los efectos de la misma sobre dichos valores. El estudio será redactado por un equipo de técnicos competentes en cada una de las materias afectadas»

El restaurador de la Catedral, Salvador Vila, avanzó que recabará informes de expertos para avalar los proyectos que impulsa el arzobispado y que supondrán «una mejora para la ciudad puesto que embellecerán la catedral y mejoran su accesibilidad». El cabildo subraya que el coste de las obras pendientes lo asume íntegramente el arzobispado.

También se ha acordado que la Catedral priorizará los proyectos presentados y trasladará a la dirección general de cultura y patrimonio el orden de urgencia de la tramitación.