Una de las molestias más destacadas del periodo estival son las de tipo circulatorio. Empezamos a notar pesadez, hinchazón, dolor y aparición de arañas varicosas o varices más importantes.

Es cierto, que en este tipo de dolencia o patología el componente genético es muy importante, pero eso no significa que no podamos atajar el problema y ayudar a mejorar su sintomatología y evolución.

Los problemas de circulación de la sangre se pueden deber a muchas causas y entre ellas podemos destacar la falta de vitamina E, el exceso de sodio, la falta de potasio, el abuso de alimentos ácidos (carnes fibrosas), poca fibra en la dieta, tener el colesterol alto, la falta de otras vitaminas y minerales así como la deshidratación.

La salud de nuestra circulación arterial y venosa se haya íntimamente relacionada con nuestra alimentación y en este sentido, existen componentes presentes en los alimentos que pueden tener efectos beneficiosos o por el contrario efectos nocivos.

1. Componenetes beneficiosos

a. Los antioxidantes: Reducen la degeneración de los tejidos epiteliales de las venas provocado por los (radicales libres) ayudando a mantener la elasticidad de las mismas. Están presentes en frutas, hortalizas, cereales integrales y frutos secos

b. La fibra: Reduce absorción de colesterol y tg y evita el estreñimiento mejorando la sintomatología hemorroidal.

c. Los ácidos grasos insaturados omega 3 y omega 6 presentes en aceites vegetales, pescados azules, nueces y aguacates ayudan a reducir el colesterol malo y debido a su potente efecto antioxidante favorecen la formación de colágeno y elastina mejorando la flexibilidad y permeabilidad de los capilares.

2. Componentes nocivos

a. El exceso de sodio (sal de mesa, salazones, conservas y embutidos) empeora la retención de líquidos y por tanto, agrava el posible edema (hinchazón) en las piernas. Por el contrario, alimentos ricos en potasio (verduras y frutas) aumentan la eliminación renal del sodio y en consecuencia reduce la retención.

b. El exceso de grasas saturadas y colesterol. A nivel arterial favorece la formación de placas de ateroma y por tanto la arterioesclerosis.

Según lo indicado, es posible consumir alimentos que nos ayuden a reducir el edema o retención de líquidos asociado a este síndrome, el estreñimiento y por tanto el componente hemorroidal e incluso mejorar la musculatura lisa de los vasos sanguíneos mejorando el flujo y el retorno venoso de la sangre.

Los alimentos más aconsejados en esta patológía se clasifican en tres grupos:

Frutas: el pomelo, la piña, el melón, el limón, naranja, kiwi, uva, fresas, arándanos y frambuesas. Todas ellas contienen flavonoides que mejoran la resistencia y el tono venoso y disminuyen la permeabilidad. Además contienen una gran cantidad de antioxidantes que regeneran el tejido de los vasos y mucho potasio que incrementa la diuresis reduciendo el edema.

Verduras: la calabaza, zanahoria, acelgas, alcachofas, espinacas, col, tomate, lechuga. Contienen provitamina A que protege las paredes arteriales, además de mucho potasio que evita o reduce el edema al incrementar la cantidad de orina. Al mismo tiempo, su elevado contenido en fibra reduce la absorción de colesterol y triglicéridos y evita el estreñimiento.

Por su parte el ajo tiene efecto vasodilatador disminuyendo la tensión arterial y el colesterol evitando así la formación de trombos y la cebolla por su alto contenido en quercetina (diurética y protectora del corazón y arterias) disminuye la permeabilidad e incrementa la resistencia de los capilares, por lo que previene y alivia el edema

Cereales: el centeno que contiene Vitamina E y Selenio incrementa la elasticidad de las paredes y fluidifica la sangre favoreciendo la circulación. Además contiene mucha fibra por lo previene también el estreñimiento y mejora las hemorroides. El alforfón o trigo sarraceno, contiene Rutina (Vitamina P) importante para el correcto funcionamiento de los capilares y arterias ya que reduce la tensión arterial y reduce la fragilidad capilar.

Además de una buena combinación de alimentos, en la patología circulatoria es importante tener en cuenta una seria de medidas conductuales y posturales que van a mejorar y corregir las molestias:

- Realizar ejercicio físico de intensidad moderada y de forma regular. Los ejercicios más recomendados son caminar, montar en bicicleta, nadar, bailar, y subir escaleras.

- No cruzar las piernas: sobre todo si se va en autocar, avión, tren o si se trabaja sentado muchas horas, ya que favorece el estancamiento venoso. Mejor apoyar las piernas sobre una tarima.

- En la playa, evitar el calor en las piernas, con una exposición al sol durante muchas horas, el calor dilata los vasos sanguíneos lo que provoca o empeora problemas circulatorios y sus síntomas. Es recomendable broncearse caminando o paseando por la orilla del mar. Nadar todo lo que se pueda o hacer ejercicios en el agua: bicicleta, tijeras, rotaciones de tobillos…

- Para evitar el cansancio y la pesadez de piernas, tomar un baño de con agua fría y sales de baño.

- No utilizar prendas estrechas que impidan la buena circulación de las piernas ni utilizar zapatos de mucho tacón.

- Por la mañana, en la cama, aprovechar para hacer unos minutos de gimnasia para mejorar la circulación: bicicleta, tijeras…

- Dormir con las piernas elevadas unos 10 cm respecto al corazón.

- Si se trabaja mucho tiempo sentado y con las piernas cruzadas, hacer una pausa de vez en cuando: estirar las piernas, ponerse de puntillas y después apoyarse sobre los talones, andar hacia delante y luego, hacia atrás.

- Beber al menos 2 L de agua diarios. No excederse en la ingesta de carnes y de grasas animales pues dejan mucho residuo en el cuerpo.

Montserrat Pérez Pino, directora de Dietas a tu Medida