Investigadores de la Universitat Politècnica de València han participado en el desarrollo, a escala de laboratorio, de un dispositivo de bajo coste para tratamientos en la aplicación hipertermia óptica mediante láser, una terapia utilizada contra el cáncer cutáneo.

El proyecto, en el que han participado también equipos de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina de la Politècnica de València, tiene como objetivo conseguir la muerte de las células tumorales por sobrecalentamiento.

El prototipo se compone de un láser infrarrojo con una potencia de hasta 500 mW capaz de proporcionar una densidad de potencia de hasta 4W/cm2, un sensor que permite registrar la temperatura en tiempo real durante la irradiación y un regulador de potencia del láser, entre otros componentes.

Según ha explicado el investigador del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico en la UPV, Roberto Montes, "al recibir la radiación, las partículas calientan el tejido tumoral alcanzando una temperatura de entre 42 y 48º C. Manteniendo esa temperatura se produce una hipoxia que deriva en muerte celular".

"Este tipo de láser no produce daño cuando se aplica sobre el tejido; sin embargo, si es aplicado sobre tejidos previamente impregnados con nanopartículas de oro especialmente diseñadas, se consigue un calentamiento localizado, que presenta una gran ventaja frente a otras técnicas que no son capaces de discriminar entre tejidos sanos y enfermos", ha apuntado Roberto Montes.

La principal novedad respecto a otros equipos comerciales es que integra todos los elementos necesarios para la fase experimental y controla el mayor número de variables posibles, según ha informado la Universitat Politècnica de València.

El investigador ha apuntado que "en el diseño se han cuidado los pequeños detalles, como por ejemplo el control de temperatura del habitáculo, ya que resulta esencial para poder hacer un estudio al nivel que trabajamos".

Según los investigadores, en el mercado existen distintos aplicadores láser, utilizados en dermatología e incluso en cirugía donde, a determinadas potencias y longitudes de onda, la energía del láser se transforma en calor y produce la ablación.

"El sistema diseñado no pretende "quemar" las células, con la inflamación que esto provoca, sino introducirles nanocalefactores que, al ser excitados por el láser, eleven su temperatura hasta los 42-48º C, produciendo hipoxia y llevándolas a una muerte natural", ha añadido Javier Ibáñez.

El equipo ya se está utilizando en cultivos celulares in vitro y en terapias donde se combina la hipertermia con la liberación controlada de fármacos, en un proyecto que ha sido financiado por el programa estatal de financiación de I+D+i y ha sido publicado en al revista 'Sensors and Actuators A Physical'.