¿Cuántas personas han tenido que aguantar las risas de sus compañeros de colegio por cómo sonaba su apellido o su nombre? Todo el mundo sabe que no son pocas. En España, sobre todo los apellidos, suelen ser bastante curiosos. Y es que el nombre lo eligen los padres, pero los apellidos vienen de serie.

Sí, una persona adulta puede decidir cambiar el orden de sus apellidos, poner el de la madre delante, o incluso utilizar alguno de los segundos apellidos de sus progenitores para rehacer su nueva identificación. Sin embargo, esta práctica puede herir sentimientos, y es que alguno de los familiares puede sentirse rechazado por esta decisión.

Otra cosa son los nombres, que también los hay de lo más particulares. En los pueblos del interior de España, entre las personas mayores es muy común escuchar algunos como Abundio, Nemesio, Virtudes, Eustaquia, Evaristo, Ilario, Laureana... todo aquel que "tiene" un pueblo sabe a lo que me refiero.

También es cierto que los padres de hoy en día quieren ser súper originales, y quizás a veces se sobrepasan en esta intención de tratar de diferenciarse. No hace falta mencionar ninguno: las educadoras y educadores de guarderías, así como el profesorado de las escuelas infantiles entienden de lo que hablo.

Lo que seguro que no sabías es que según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 93 hombres en toda España que tienen un nombre muy particular: Semen. De todos ellos, nueve son de Valencia. Alicante, por su parte, es la provincia en la que más personas se llaman así, nada más y nada menos que 27.