La desafortunada edición del Behovia-San Sebastián (20 kilómetros) del pasado domingo, con un corredor muerto y otros cuatro heridos graves, ha recordado estos días la obligación de ir preparado a las carreras de largas distancias. Como la maratón de Valencia del domingo. Borao asume ayer los riesgos, con absoluta naturalidad. «Lo que ha ocurrido es francamente excepcional. Pero toco madera porque no hemos tenido ninguno, aunque por pura estadística casi nos toca», reconoció. «Todo lo que hemos hecho, cómo nos hemos preparado y la suerte no han permitido no tener ningún fallecimiento pero nos puede pasar mañana», admitió Borao. «Lo que tengo claro es que desde que nacemos vivimos constantemente en peligro de muerte», dijo, provocando más de una mirada nerviosa entre los asistentes.

Maite Girau explicó que se han puesto «todos los medios» para garantizar la seguridad y que como siempre se hace existen «vías libres de evacuación hasta los hospitales». «Cuatrocientos policías estarán al pie del cañón y habrá también voluntarios de la Fundación Deportiva», confirmó Girau. «Yo me llevo el dispositivo de Valencia y de la policía local y lo pongo de ejemplo para otras carreras», aseguró Borao.