Primero fue la protección del pie, después la amortiguación, más tarde el control y ahora es la comodidad máxima. La industria del calzado del running encara la segunda década del siglo XXI con la búsqueda de la zapatilla perfecta. A falta de lo que pueda deparar el futuro „ya hay quien vaticina que para 2050 las zapatillas estarán hechas de protocélulas o de materiales sintéticos que tengan las propiedades de la materia orgánica, como la autorreparación„, el oremus está en el equilibrio perfecto. Lo dice Dan Rickfelder, responsable de la marca Brooks en España, una de las pioneras en la materia. «Ahora buscamos la máxima sensación de comodidad. ¿Qué es comodidad? Pues que a cada corredor le produzca el efecto que busca», explica.

El progreso de las zapatillas de correr, desde sus primeras apariciones a principio del siglo XX, siempre ha ido ligado a los avances tecnológicos y a las exigencias de los usuarios «La evolución del material ha sido brutal. Hasta el punto de que Brooks, por ejemplo, se ha tomado muy en serio la sostenibilidad», asegura el «brand manager» de Brooks, marca que fabricó en 2008 la primera suela biodegradable de la historia. «Muchas tecnologías se han centrado en mejorar el papel de la industria del calzado de correr en la sostenibilidad, usando menos carbón, menos toxinas. yo veo como han ido evolucionando el material, no sólo para correr», añade Dan Rickfelder.

Entre los grandes retos de la industria está el de ofrecer un producto que evite, en la medida de lo posible, las lesiones del corredor. Sin embargo, las marcas apenas han logrado reducirlas. Hay excusas razonables, como que cada vez la incorporación de corredores novatos es mayor. Por eso queda camino por recorrer. «Pasamos por la época de la amortiguación, en los 80; después se buscó el control, en 2000, y recientemente hemos pasado la época del minimalismo. Aún así, las lesiones siguen estando ahí. Lo que hace Brooks es en lugar de decirle al corredor cuál es su pisada, es escuchar qué es lo que quiere el corredor para que le sea lo más natural posible. Eso no quiere decir que corra con calzado minimalista o descalzo. Sino que lo haga lo más cómodo posible y es ahí donde está el equilibrio», explica Rickfelder. En Estados Unidos, la marca Brooks es la número uno, por delante de Asics, Saucony, Adidas y Nike, entre otras.

El «brand manager» de Brooks cita el descubrimiento que hizo la empresa hace unos años. Una fotografía demostró, para sorpresa de todos, que los corredores no corren más o menos igual. «Al contrario, todos los hacen distinto. Cada cuerpo es diferente, cada uno pisa de una forma. Piensas en los buenos corredores de Estados Unidos, por ejemplo, y crees que deberían correr de la forma correcta, súper eficaces, y no es así. Te das cuenta que es bastante diverso. No hay una manera correcta o incorrecta de correr», explica.

El «barefoot» bajó sus ventas

¿Es una amenaza el minimalismo y el descalcismo para la industria del calzado? Rickfelder, que viene del país donde surgió la tendencia, cree que no. «Desde el punto de vista de la biomecánica, ha sido importante para el sector. Todos pensamos que es una forma de correr más natural, pero en realidad hay muy poca gente que pueda hacerlo sin lesiones a largo plazo. Hace falta bastante dedicación para no sufrirlas. Hemos hablado con muchos podólogos y dicen que el descalcismo produce lesiones distintas, centradas en la parte inferior de las piernas por la sobrecarga en los gemelos. No hay duda de que el 'barefoot' ha tenido un papel importante para sentirse más natural corriendo, pero seguimos viendo que hay un porcentaje de población pequeño que pueda hacerlo», explica. Y más allá. «En Estados Unidos hemos visto como la venta de calzado minimalista ha bajado mucho en unos años», añade.

Pero la industria del calzado del «running» no ha descuidado el minimalismo. Al contrario. «En Brooks tenemos tanto éxito porque no hacemos innovación por hacerla, sino para mejorar la experiencia del corredor. No podemos vender algo que no funciona. Implementamos aspectos del minimalismo. Buscamos que el corredor sea feliz de una forma equilibrada», reconoce. «Ahora estamos en una fase en la que los corredores buscan experiencias, una de ellas es correr de forma más natural, pero sin olvidar otros aspectos de la zapatilla fundamentales para que sean lo más confortables posibles», concluye el responsable en España de una marca que cumple 100 años.