No me avergüenzo, no he aprobado una oposición. Quizás como la mayoría de los españoles. Soy licenciado, cinco años de carrera universitaria, gracias al esfuerzo de mis padres. He trabajado en Murcia y Albacete, recogido limones, haciendo censos de población, vendiendo enciclopedias, en publicidad y contabilidad de un periódico, y generalmente sin contrato.

Los colegios privados y los concertados son elegidos por los padres por el ideario del centro y los concertados los pagamos entre todos, con dinero público. Tienen fabulosas instalaciones, servicios de transporte y comedor, actividades extraescolares y una atención personalizada. Cuentan con expertos equipos directivos y un excelente profesorado con un montón de años de experiencia.

En la pública, algunos profesores no hemos aprobado las oposiciones, somos los peores profesores, nos tienen que eliminar por ineptos y burros. Así se desprestigia la educación pública, algunos políticos toman prestado lo público para destrozarlo. No hemos aprobado las oposiciones, pero en la enseñanza privada los profesores y directores de estos colegios tan estupendos€ tampoco.

Desde al año 92 al 2002 no hubo oposiciones. Me llamaron en 1998 de una bolsa de interinos „bolsa de urgencia„ a partir de una baremación de méritos, para trabajar a 250 kilómetros de casa. Llevo 17 años alquilado, con hijos y con los gastos de gasolina y otros. El 31 de agosto me despiden. Ya no sirvo para trabajar con 54 años. Me tira mi gobierno autónomo, me dejan sin jubilación. Ya no sirven los criterios de hace 17 años, me rebareman porque ahora ordenan a los aprobados sin plaza. No me avergüenzo de no ser aprobado sin plaza que ahora los utilizan perversamente para echarme a mí.

Y hacen unas bolsas de trabajo con doce grupos, provocando el caos para evitar la trasparencia, favorecer el tráfico de influencias con dinero público o corrupción. Y a mí me tratan como a la mierda. Fernando Pastor Madalena. Chiva.