El Ayuntamiento de Valencia contará en los presupuestos del año que viene con 25 millones más que en 2016 por una mejor gestión de los impuestos y la refinanciación de la deuda, según indica el concejal de Hacienda, Ramón Vilar. Siguiendo con el cuento, todo ello sin subir la presión fiscal, es decir, mejorando la gestión de los impuestos se ha conseguido recaudar más sin necesidad de subir ningún impuesto ni tasas, ya que en algunos casos la subida ha sido en este año. Está muy claro, ya que sería demencial subir dos años seguidos los mismos impuestos.

Yo me pregunto que si tan bien estamos, para qué se está buscando cómo subir los impuestos en el 2017, como incrementando el precio en la zona azul a los coches con más antigüedad, con la excusa de la contaminación.

En definitiva, esto es más de lo mismo, pues solo se verán beneficiados los que tienen el poder de manifestarse, bajándoles los impuestos, como son el comercio y la hostelería tradicional en forma de subvenciones compensatorias del IBI y de las tasas de sillas y mesas. Indicando que luego se atenderán los asuntos prioritarios, como el gasto social y la función pública (los funcionarios), tras años de recortes en su poder adquisitivo y abordando «un crecimiento muy importante de la plantilla». En definitiva, estos son igual que los otros y los que vengan... el cuento es siempre igual, palabras y más palabras huecas para la ciudadanía. Enrique Fernández Iniesta. Valencia.