Estimado Sr. alcalde, quisiera agradecerle en nombre de todos los perros de Valencia su decisión de instalar una playa perruna en Valencia. Una vez tomada esa decisión, lamento que no se haya esmerado más en la elección de su localización.

Si realmente es su interés dar servicio a los ciudadanos con perros de Valencia, la elección lógica seria en una playa de la ciudad como las Arenas o la Malvarrosa. Al elegir su ubicación en Pinedo genera una serie de problemas tanto al pueblo como a los dueños de perros.

La playa está lejos de sus usuarios potenciales, que deben desplazarse necesariamente en vehículo propio, colapsando el pequeño pueblo de Pinedo. Aunque la playa este delimitada, los perros no entienden de límites y corren libremente por la playa, si se lo recrimina a algún dueño le dirá, en el mejor de los casos, que se le ha escapado, que es algo excepcional, normalmente le insultara diciendo que se meta en sus asuntos. Nadie cumple ni vigila el cumplimiento de su ordenanza.

Los perros hacen sus deposiciones en cualquier lugar, en la playa donde es muy fácil taparlas con un poco de arena, en el paseo o en el pueblo donde casi nadie las recoge, los orines siempre se quedan. Le invito a darse una vuelta por el paseo o por Pinedo para que compruebe usted mismo que es imposible caminar sin tener que esquivar constantemente las cagadas y meadas de perro. Esto ya no es un problema de limpieza, es un problema de salud pública.

Sin embargo creo que la solución es sencilla: Acerque la playa perruna a sus potenciales usuarios, los ciudadanos de Valencia, llévela a la Malvarrosa o las Arenas. Si esto molesta a los vecinos, aléjela de núcleos urbanos. Valencia tiene casi 30Km de playas, muchas de ellas lejos de zonas habitadas. ¿Es necesario que este justo frente al pueblo de Pinedo? Y por último, vigile y exija el cumplimiento de su propia ordenanza. Jacinto J. Calabor. València.