¿Perdone, me puede decir la hora por favor?» Te dispones a sacar tu móvil para ver la hora y de repente ya no lo tienes en las manos, sino que se está yendo con la persona que te preguntó la hora. Esto le sucedió a un familiar en el barrio de la Plata de València, considerado como barrio marginal, pero ¿porqué esta actitud?. Barrios como este, en los que frecuenta gente con dificultades económicas, no faltan, y sus residentes tienen que ganarse la vida aunque sea robando o realizando otras actividades ilegales.

¿Es justo que siendo todos humanos, animales de la misma especie, algunos tengan que vivir con más dificultades? Desconozco la vida que tienen estas personas, pero esa historia no debería ser necesaria para que vivieran igual que la persona que a base de negocios ilícitos y engaños ha conseguido un piso lujoso en la capital. Lo que no entiendo entonces es porque se habla de conseguir la igualdad para todos si este proceso tiene un avance casi nulo al que mucha gente no respeta. José Bueno Soler. València.