Como era de esperar, el nuevo presidente del gobierno, Pedro Sánchez, prometió su cargo sin biblia y sin crucifijo. Ya se han quitado sin argumentos fehacientes los crucifijos de las escuelas y de otros organismos públicos mientras que en Baviera (Alemania) se ha decalrado obligatorio el crucifijo en todos los organismos públicos, comprendiendo escuelas, jefaturas de policía, centros administrativos gubernamentales, centros judiciales, etcégtera. Explica el gobierno bávaro que es para denotar claramente la identidad cristiana ante la afluencia de musulmanes a ese Estado federal alemán. Lo contrario de España, donde se quitan las cruces para no molestar a la doctrina corámica. Como he visto personalmente que hay grandes crucifijos, en la ciudad de Insbruk (Baviera) y en las fachadas de edificios privados. Vivir para ver. Francisco Javier Sotés Gil. València.