La mirada del otro nos devuelve todo lo bueno del mundo y todo lo malo. En sus ojos vemos lo mejor de nosotros y adivinamos lo peor€ Esa mirada nos ha perseguido desde niños y nos ha enseñado lo que sabemos. Nos ha acompañado en los ojos de nuestros padres, en los ojos de los amigos y en los ojos de los extraños que nos cruzamos cada día. Cuando el alzhéimer te ha destrozado la mente y la mayoría de recuerdos por desgracia, aún queda un último atisbo de conciencia que te permite descubrir, en la mirada del otro, la propia locura. Salvador Ruiz Fargueta. Torrent.