Las fallas. Se pueden describir de mil maneras seguro, tantas como valencianos, sí valencianos porque son muy nuestras, muy de la terreta como diría alguno. Es una fiesta que apenas dura un par de semanas pero vivimos cada segundo como si fuera el último. Ya con la despertà empezamos bien activos la mañana, y luego casal para arriba casal para abajo, que si hoy toca premios o mañana vamos a primera fila a la mascletà; parece muy rutinario pero lo vivimos como algo nuevo y por eso perdurará para siempre esta fiesta tan especial. Por un momento se para el tiempo y el espacio y todo se centra en la familia y los amigos, no existe más allá que el día de hoy, nos permite olvidar nuestras problemas y quemarlos el día 19 en la cremà. Por eso valencianos y valencianas, como bien se suele decir en la crida: «Ja estem en falles!». Pues a disfrutarlas.