Queda poco para Navidad. Y la Navidad es para pasar en familia. El problema está cuando en la mesa empiezan a faltar personas. La ilusión con la que se viven las navidades una vez faltan partes de esta familia ya no es la misma. ¿Cómo llenar el vacío de estas sillas? Es imposible. En familias como la mía, se ha decidido dejar de celebrar la Navidad todos juntos. Unos se van de viaje y otros marchan con otras partes de la familia política. Pero esta actitud de mirar hacia otro lado, por no poder llenar el vacío, sólo hace que generar más vacío.