Nacho Martín, Castelló

El Grupo Municipal Socialista anunció ayer que solicitará a la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Castelló los antecedentes del derrumbe de parte de la iglesia de la Sagrada Familia y los estudios que advertían sobre grietas en la estructura del edificio.

Esta ha sido la reacción del principal partido de la oposición con el objetivo de esclarecer las circunstancias que motivaron el desplome de todo el tejado de una de las alas de la iglesia el pasado domingo por la noche. El estruendoso incidente sepultó con escombros toda la calle adyacente y sólo la fortuna quiso que nadie deambulara por el tramo afectado en ese momento.

Las preguntas del PSPV también llegan después de que el equipo de gobierno local (dirigido por el Partido Popular) negara rotundamente conocer la existencia de cualquier tipo de estudio sobre las grietas detectadas en el edificio y descartara la relación de estas deficiencias con el incidente.

Eso sí, el portavoz adjunto del grupo socialista, Miguel Alcalde, también quiso destacar que el ayuntamiento «ha actuado con diligencia y rapidez desde el momento en que se tuvo conocimiento del derribo. Se ha hecho todo de forma ágil y correcta. Lo que desconocemos son los antecedentes y por eso debemos esperar a ver los documentos».

Por lo pronto, el Ayuntamiento de Castelló ha dado orden inmediata de que se repare la iglesia ante el peligro que puede suponer para los viandantes y que mientras duren los trabajos se suspenda cualquier tipo de actividad religiosa en la misma.

Informes «de antes del verano»

El párroco de la Sagrada Familia, Francisco Pastor, confirmó instantes después del desplome de parte del edificio que el ayuntamiento estudiaba «desde antes del verano» la aparición de dos grietas en una esquina de la misma pared afectada. Esta circunstancia, corroborada la misma noche del viernes por el edil del Bloc Antoni Porcar, había motivado la elaboración de dos estudios sobre los posibles riesgos y sobre las medidas de reparación necesarias.

Francisco Pastor explicó que el primero de los estudios había sido llevado a cabo por la empresa Facsa (concesionaria del abastecimiento de aguas), dado que la estructura sufría pérdidas de agua. Según precisó Antoni Porcar, el objetivo de dicha prospección había sido el de asegurarse de que las fugas no eran un síntoma de posibles daños en los cimientos.

Posteriormente, el sacerdote de la iglesia explicó que el segundo informe estaba siendo llevado a cabo por los servicios técnicos municipales. «Las grietas se están estudiando desde antes del verano y, de hecho, tenemos dos estudios documentados sobre ellas, uno de ellos hecho por Facsa. El resto de estudios se estaban realizando por los técnicos municipales». Por su parte, el Obispado niega que existiera ningún estudio sobre grietas o deficiencias del edificio.