J. A., Castelló

La ratio de profesional por paciente es claramente insuficiente en este área de salud, según han denunciado sindicatos sanitarios como Satse, que reclaman más inversiones públicas para que los vecinos del Grau puedan disponer de una asistencia de calidad.

El Consell tiene proyectado abrir un nuevo centro de salud en la zona a finales de este año, una infraestructura que llega tarde pero empezará a solucionar el problema. El edificio, cuyas obras están a punto de concluirse, se eleva junto al Pinar, y está previsto que el traslado de material y efectivos humanos se realice antes de 2009, según explicaron el viernes fuentes de la conselleria.

Hasta entonces, los ciudadanos tendrán que seguir pasando consulta en el viejo ambulatorio unos meses más. La eterna promesa de dotar de un nuevo centro de salud al Grau arrancaba en el año 2006, cuando el entonces conseller, Vicente Rambla, prometía que el sueño grauero estaría terminado «en mayo del año 2007». Evidentemente, la estimación del conseller fue errónea y ha tenido que pasar un año más para que el proyecto sea realidad.

La pregunta a fecha de hoy es qué se va a hacer con el antiguo ambulatorio ya que, por volumen de población y ratios, al Distrito Marítimo le corresponderían al menos dos centros. Esquerra Unida del País Valencià, que ha presentado varias mociones sobre la situación de la sanidad en el Grao, lo tiene claro: «Nosotros vamos a pedir que no se cierre este centro, que se rehabilite y se mantenga, porque el ciudadano del barrio lo necesita», explica Marina Albiol, diputada de EU en las Corts.

En el año 2004 la Conselleria de Sanitat se vio obligada a apuntalar el techo de la sala de espera del consultorio, situado en la calle Churruca, «debido a que estaba en malas condiciones y al posible peligro de derrumbamiento que suponía», según denunciaron en su día fuentes del grupo socialista en el Ayuntamiento de Castelló.

Al problema de la antigüedad del local se une además que a fecha de hoy carece de las más elementales especialidades médicas. De esta manera, los pacientes tienen que desplazarse a Castelló para hacerse una simple radiografía, una placa o una ecografía.

El espacio es otro de los inconvenientes que padece el ambulatorio del Grau. No hay más que darse una vuelta por la instalación para comprobar que los vecinos esperan durante horas en los pasillos, sin poder sentarse, hasta que el médico de cabecera les atiende. La consecuencia inmediata de que las salas estén abarrotadas y haya escasez de médicos y enfermeros es que es preciso esperar varias horas para pasar consulta. Además, un enfermo que pide cita para ser recibido por el médico tiene que esperar, en ocasiones, más de una semana. El problema del largo tiempo de espera es un factor común a la sanidad pública valenciana y ha sido denunciado en los últimos meses por asociaciones de pacientes, sindicatos y colectivos profesionales. Sin embargo, en el El Grao la situación se ve agravada por la falta de médicos y enfermeros.

Otra de las deficiencias que arrastra El Grau es la escasez de vehículos de emergencias. El Ayuntamiento de Castelló prometió una SAMU pero al final ha llevado dos vehículos de transporte sin médicos ni enfermeros ni material tecnológicamente avanzado. Marina Albiol elevó una pregunta a la Comisión de Sanidad de Les Corts, pero el PP consideró que El Grau no necesita una SAMU.

En algunos foros (castellonopina.blogspot.com) los ciudadanos muestran su descontento con la situación que se vive en el viejo consultorio. «Ayer estuve en este ambulatorio después de casi 23 años que no regresaba a realizar un trámite administrativo. La verdad que todo está igual que antes, con la desventaja de que los años no pasan en balde, y el deterioro es manifiestamente indecoroso, insalubre, y del todo perjudicial para la salud», explica un internauta.