Síguenos en redes sociales:

Una primera victoria para el agricultor

El juzgado de Nules obliga a un empresario a acreditar a un agricultor que el precio que pagó por sus naranjas era justo

?

Asociaciones de agricultores y sindicatos vienen denunciado desde hace tiempo el tipo de contrato de compraventa más generalizado en el campo valenciano. El conocido como a comercializar. En este pacto entre comercio y agricultor no hay un precio fijo y el pago final lo realiza el empresario según los beneficios y los gastos de su comercialización. La mayoría de comerciantes de cítricos abonan lo que corresponde realmente al citricultor, pero otros acaban pagando verdaderas miserias.

Desde ahora y si la Audiencia Provincial de Castelló ratifica una sentencia del Juzgado de Nules, todo agricultor que se precie podrá, si no está conforme con el precio que le pagan por sus naranjas (o cualquier otra fruta) y denuncia, obligar al comerciante o empresario a que le demuestre por qué le abona a un precio la materia prima y no a otro.

Según explica la sentencia del Juzgado de Primer Instancia Número 2 de Nules a la que ha tenido acceso Levante de Castelló, el comerciante deberá entregar al agricultor diversos documentos oficiales para que pueda conocer cuáles son los beneficios que ha obtenido y a qué precio debería haber pagado. Entre las certificaciones que el juez obliga a entregar se encuentran: el precio total de venta obtenido, las facturas de venta emitidas al comprador final, el código de trazabilidad identificativo de los cítricos vendidos, el coste de recolección de la cosecha, el coste de transporte desde la finca al almacén del comerciante, el coste de las diversas manipulaciones devengadas en la adecuación de la fruta para su venta en el mercado consumidor, el coste de transporte del almacén al mercado, la cuantía de gastos generales aplicados y el listado de clasificación por calidades.

Tras disponer de esta información, el agricultor junto a varios peritos puede conocer cuál es el precio real que le corresponde cobrar por su cosecha.

Este pleito surge de la denuncia de un agricultor por el pago que realizó una multinacional asentada en Xilxes. La mercantil le pagó seis céntimos por cada kilogramo de naranjas después de comercializarlas en Alemania.

Pulsa para ver más contenido para ti