Culla y Torre d'En Besora unifican la gestión de las minas para captar turistas

La mina Victoria y la mina Esperanza unirán sus destinos. Los ayuntamientos de Culla y Torre d'En Besora han decidido compartir la gestión de las antiguas minas de hierro que se encuentran en sus respectivos términos municipales.

Hasta ahora se realizaban visitas por separado, pese a que las minas se encuentran unidas en sus galerías interiores. Los alcaldes de Culla y Torre d'En Besora, José Francisco Bellés y David Vicente Segarra, respectivamente, han apuntado que, de este modo, llevarán a cabo un proyecto conjunto para establecer los accesos en una de las entradas ya existentes. El objetivo es ofrecer visitas guiadas a los visitantes y actividades complementarias.

En el interior de las minas se encuentran antiguas herramientas, que servirán para las recreaciones sobre la actividad de extracción en su interior. Asimismo, las minas albergarán la proyección de un audiovisual sobre su historia. Se trata de dos minas unidas, con una extensión de 1,68 kilómetros, que convergen en la división de ambos términos municipales, y de donde se extraían óxidos e hidróxidos de hierro.

La iniciativa se gestó en 2003, cuando el Ayuntamiento de la Torre d'En Besora decidió recuperar la abandonada mina Esperanza, por lo que instauró un museo minero de 300 metros cuadrados de exposición en las mismas galerías, acondicionándolo para su uso público y preservando al máximo su aspecto original.

Los primeros documentos sobre la explotación de la mina Esperanza datan de 1940, cuando un importante número de trabajadores de Torre d'En Besora y Culla, así como de otras localidades cercanas como Albocàsser o Atzeneta, se dedicaban a la extracción de la materia prima que posteriormente era transportada hasta la fábrica de Altos Hornos de Sagunto, perteneciente a los Altos Hornos de Vizcaya.

En un breve periodo de 30 años la actividad minera atravesó momentos de apogeo, en los que se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos locales, y otros de decadencia, que desencadenaron en el cierre de la mina Esperanza en 1965, a causa del incremento de los costes de distribución.

Aquellos fueron los años de mayor actividad, con cerca de 150 mineros, haciendo tres turnos diarios, que incrementaron la población de la Torre d'En Besora. Asimismo, con la ampliación de las galerías de mina Esperanza surgió mina Nueva Victoria, asentada ya en territorio de Culla, la cual también se puso en funcionamiento recién terminada la Guerra Civil, en años de mucha necesidad económica.

Al igual que su homóloga, en este yacimiento se extraía mineral de hierro en distintas variedades como la Limonita, Goethita, Siderita así como la Hematites, que posteriormente fundían en Sagunto para crear vigas o alambre.

Actualmente, se ha recuperado parte de las cavidades a través de un itinerario de interpretación. El recorrido guiado, de hora y media de duración, cuenta con atractivos que hacen que la visita sea lo más didáctica posible.