­­Es el hombre de moda en el PP castellonense. Su nombre sigue cotizando al alza y aspira a presidir el partido en la provincia y la diputación. Pero aún le quedan unos meses de convivencia con el todopoderoso Carlos Fabra, respecto al cual marca distancias.

Hace casi dos años fue designado adjunto a la presidencia del PP y hace unas semanas, candidato a diputación. El guión se va cumpliendo...

Han sido dos años de trabajo muy intenso en la provincia, con contacto permanente con las estructuras locales, en muchos casos un trabajo discreto. Entendía que la forma más directa de darme a conocer era el trato de tú a tú. Entiendo que el apoyo unánime de la junta directiva provincial del PP constata que no hemos hecho mal ese trabajo

¿Cómo ha llevado estos siete meses de ausencia del presidente Fabra?

No ha variado nada el trabajo del principio. Más o menos mis apariciones públicas han sido las mismas y el trabajo interno también. El partido es una máquina perfectamente engrasada y ha cubierto perfectamente la ausencia del presidente.

Da la impresión de que nadie quería suplantar la figura del presidente ausente. De hecho no se ha reunido ni el comité ejecutivo ni la junta provincial hasta que él no ha vuelto...

Nada del partido se ha resentido en su funcionamiento. No ha sufrido ninguna dilación por la ausencia de Fabra. Los órganos de dirección no se han convocado porque ha coincidido con el periodo estival. Ante la recuperación del presidente, lo lógico era esperar.

¿Cómo ha visto al presidente en su regreso?

Todos lo hemos visto con fuerza, con muchas ganas de culminar el encargo que tiene en este mandato, con el mismo espíritu de lucha por Castelló que le ha caracterizado y con el mismo «punch» político de siempre.

¿Cómo es la convivencia con él?

Excelente. Desde el primer momento ha habido una compenetración entre ambas figuras. Evidentemente, hay una diferencia entre ambos generacional, de estilos, incluso en posicionamiento ideológico. Yo me ubico ideológicamente a la izquierda de lo que representa Carlos Fabra. Pero creo que eso nos ha permitido tener un grado de compenetración perfecto. Al final, el objetivo es el mismo: luchar por Castelló y anteponerlo a cualquier otra prioridad.

¿Puede ahondar en esas diferencias?

Me considero un liberal convencido. Entiendo la política como un foro en que todo el mundo tiene espacio para ejercer con pluralidad la divergencia. Creo en un espíritu cultivado al lado de Alberto Fabra, mi maestro en política, con tolerancia, diálogo y discrepancia. Es un posicionamiento acorde con la evolución lógica que ha tenido el partido a nivel nacional. Me ubico en la nueva hornada del PP, que ha sufrido una desviación hacia el centro más acentuada que la que pudiese encarnar el partido hace unos años.

Carlos Fabra advirtió en su regreso que quien tenga prisa que se espere. ¿No le parece un poco larga esta transición?

Han sido 21 meses hasta ahora y quedan unos meses hasta que acabe el mandato en el partido. Creo que lo importante es que en esta transición todos los pasos que se han dado han sido firmes.

Pero parece que Fabra quiere aguantar hasta 2012 y tutelar también las generales ¿No se siente maniatado?

El nivel de colaboración es muy grande, en ningún momento me he sentido maniatado.

Salvando las distancias y sin comparar a los protagonistas, este proceso se asemeja un poco al de la transición española. Las personas que desmontaron el régimen anterior convivieron varios años con él y se formaron en sus principios...

Pero los personajes son muy diferentes y su concepción democrática también.

Los casos Fabra, Gürtel, Brugal ¿no cree que la imagen del PP valenciano están muy dañada y que es necesaria una catarsis?

De momento hay mucho ruido y pocas nueces. Es una estrategia muy habitual del gobierno socialista, intentar enmarañar la vida pública para tapar su incapacidad de gestión.Habrá que ver si se concreta todo esto en acusaciones. Desde luego, mi opinión es que el partido debe ser contundente. Ahora bien, si esas acusaciones no se materializan quedará demostrado que esto es un montaje político.

Pero aparte de la responsabilidad penal está la cuestión estética ¿Qué piensa cuándo lee, por ejemplo, que Ricardo Costa utilizaba una moto comprada por «El Bigotes»?

Cada informe de la policía ha generado un revuelo mediático, pero nadie ha sido capaz de imputar la comisión de un delito. No entiendo que se puedan hacer valoraciones sobre qué vehículo utiliza uno si luego eso no tiene que ver con algo delictivo. En todo caso, yo no lo haría.

¿Qué es lo que no haría?

Yo no utilizaría un vehículo de otra persona si no es un amigo que me lo deja por una circunstancia excepcional.

¿Estará Ricardo Costa en al lista autonómica?

Eso es una decisión que corresponde al comité de listas nacional.

Su hermano Juan no parece muy implicado. Apenas acude a las convocatorias del partido en Castelló, sus iniciativas en el Congreso son escasas... y a usted le dice que tiene que trabajar día día para ganarse el liderazgo.

¿Cree que está cumpliendo como diputado?

Yo compartí sus declaraciones. Los liderazgos deben ganarse día a día. Juan Costa tiene un aval de gestión de gobierno que lo convierte en un importante activo para el partido, pero evidentemente al PP le gustaría que su presencia en Castelló fuera mayor.

El presidente dijo que iba a consultarle los presupuestos de la diputación del año que viene. Parece un poco osado vender la piel del oso antes de cazarlo. En todo caso ¿se ha producido esa consulta?

Todavía no. Supongo que en estos momentos aún se está trabajado en el borrador de los presupuestos. Sobre si es osado, el propio PSOE se están encargando de confirmar esa realidad. Parece que para ellos la diputación es el premio de consolación, el reparto del botín del perdedor. Parece que la dan por perdida de inicio. Si quien es tu adversario parece que te da como ganador, lo lógico es trabajar con previsión.

¿Cuáles son sus perspectivas electorales?

Excelentes. Por contra, los referentes socialistas están en una huida permanente, buscando acomodo político y descartan que puedan ser alternativa de gobierno. Que el PP va a ganar las próximas elecciones lo están diciendo los socialistas.

Supongo que mira de reojo lo que sucede en la plaza de las Aules. ¿No tiene la impresión de que ha habido descontrol en ausencia del presidente?

Para nada. Creo que ha habido una coordinación perfecta, aunque sé que a algunos les ha podido molestar. El trabajo de Francisco Martínez ha sido encomiable.

¿Le gusta el modelo actual de diputación? ¿Qué cambiaría?

Sería osado por mi parte plantear a ocho meses vista cambios de modelo. Creo que habría que revisar algunos planteamientos y si ganamos las elecciones será el momento.

Pero supongo que tiene alguna idea propia, distinta a lo actual...

La diputación tiene que ser un centro de liderazgo en la provincia, una administración que, más allá de sus competencias, tire del carro y tenga una visión global de la provincia. Tiene que captar inversiones e impulsar proyectos que vayan más allá del ámbito municipal. Tiene que ser el motor de la recuperación económica.

¿Le parece justificada la cifra de asesores? ¿Usted la reducirá?

Entiendo que estamos en una época en que el principio de austeridad y de control del gasto ha de regir la gestión pública. Respecto a las personas, no sería procedente hablar porque tampoco conozco a fondo el funcionamiento de la institución.

Usted es el único vicealcalde del ayuntamiento y en la diputación hay seis vicepresidencias ¿Reducirá el número?

Las vicepresidencias son equiparables a las tenencias de alcaldía y en Castelló hay nueve. Uno puede discrepar del modelo, pero el problema no es el número de vicepresidentes, el problema es el número de parados.

¿Habrá muchos cambios en la mesa presidencial de la diputación si usted gobierna?

Uno por lo menos, el puesto central. De ése sí que asumo la responsabilidad de cambiarlo, del resto hablaremos al día siguiente.

¿No cree conveniente renovar la diputación y el partido?

Los procesos de renovación tienen que ser tranquilos y todo el mundo ha de tener cabida. Nunca he entendido que la grandes rupturas sean una buena práctica. Por lo tanto, que nadie espere grandes rupturas pero sí que habrá una evolución muy progresiva. Una evolución que, en todo caso, no empezará conmigo, sino que ya se dio en las pasadas municipales con la renovación de las principales alcaldías de la provincia. Es un proceso imparable, el PP de Castelló es el mejor recambio a sí mismo.

"Entre el alcalde y yo no hay celos sino voluntad de formar un tándem que marque un estilo en el PP"

­¿Cómo interpretó que Alberto Fabra se refiriera a usted como «soldado Moliner» el día de su proclamación como candidato a la diputación ?

Lo interpreté como una muestra del cariño que nos profesamos el uno al otro. Además de la lealtad en lo político, tenemos una amistad inquebrantable. No hay margen de duda y no se puede interpretar de otra forma.

Usted se ha declarado pupilo de Alberto Fabra. De hecho, se repartieron las esferas de poder, pero ahora resulta que usted se situará jerárquicamente por encima de él. ¿Esto no puede ser motivo de fricción?

El alcalde de la capital siempre va a ser un referente político, simplemente por el hecho de ser el alcalde de la capital. Al margen, Alberto Fabra es el coordinador del PP en la Comunitat Valenciana. Por tanto, aquí no hay ningún problema de celos en cuanto a posicionamientos orgánicos, sino una voluntad de colaborar y formar un tándem que tiene marcar un estilo para la nueva década dentro del PP de la provincia

¿Cree que el futuro del alcalde pasa por la política autonómica?

El alcalde puede ambicionar en política aquello que se proponga. Con su experiencia y espíritu político puede alcanzar las cuestiones que se proponga. Yo, como ciudadano de Castelló, me gustaría tenerlo de alcalde muchos años.

¿Lo ve con opciones de optar algún día a la presidencia de la Generalitat?

Lo veo con opciones de aspirar a los retos que se plantee. Sé que en estos momentos sólo se plantea seguir siendo alcalde de Castelló.

¿La reunión del alcalde con el ministro de Fomento sobre el AVE les ha tranquilizado?

Fue un avance importante. En la reunión descubrimos algunas cuestiones determinantes. En primer lugar, la gran mentira de que el AVE va a llegar en diciembre, que es un invento del PSOE de aquí. El ministro es consciente de que no va a llegar ningún AVE sino un tren de las características de un Alaris. También descubrimos que el trabajo para cerrar la fórmula de financiación público-privada está en una fase embrionaria. La intervención del alcalde ha posibilitado que haya un compromiso firme del ministro con la llegada en 2014 y que, mientras tanto, los castellonenses se beneficien de la llegada del AVE a Valencia con un sistema de trenes lanzadera.

Ahora resulta que el Consell apuesta para el Tram por la financiación público-privada que ustedes criticaron para el AVE.

El problema del AVE a Castelló es que estaban adjudicados los tramos. Lo que se critica es que sea precisamente Castelló el que tenga que renunciar a una obra ya adjudicada cuando en otros territorios se ha financiado con inversión pública. El modelo no se critica, menos un liberal como yo.

Pero lo mismo se podría decir de la Generalitat, que ha invertido millones en el transporte de Valencia y Alicante y que ahora quiere capital privado para Castelló...

En estos momentos, la ciudad de Castelló tiene 40 millones de euros invertidos en obra de transporte público. Es la mayor inversión de la historia de la ciudad en esta materia y alcanzará los 70 u 80 millones cuando el Tram llegue al Grau.

¿Qué piensa cuando ve el resultado de la obra en el andén central del parque Ribalta?

Pienso lo mismo que el primer día, que no entiendo nada de la estrategia de los socialistas de Castelló. No he oído ni una sola voz contraria al resultado final de la obra. Creo que los socialistas han tenido que meter la cabeza bajo tierra para escabullirse de la vergüenza de recordar la cantidad de insultos y denuncias en contra de un proyecto en el que he creído desde el minuto cero.

Los grandes proyectos del Consell en Castelló (Ciudad de las Lenguas, de la Música, Mundo Ilusión, Centre de Convencions) siguen sin arrancar. ¿No es discriminatorio si comparamos con Valencia?

La Ciudad de las Lenguas tiene el máster plan en fase de redacción, el Centre de Convencions, tiene el proyecto constructivo en fase de redacción y la Ciudad de la Música no ha avanzado más porque el Ayuntamiento de Benicàssim no ha cedido los terrenos. Respecto a la comparación con Valencia, hay que tener en cuenta que esas infraestructuras empezaron a gestarse en los años 90 y que se han materializado en 2005. Son proyectos que tienen unos periodos de maduración largos y a nadie se le escapa que estamos en una época complicada.

¿Cómo van los compromisos que el PP adquirió ante notario para esta legislatura?

Muchos están ejecutados en su totalidad y todos ellos están encauzados para llegar a las elecciones municipales con el grado de cumplimiento que nos comprometimos.