La constructora del aeropuerto está al borde de la quiebra pero el Consell "no está preocupado"

La disputa entre la sociedad pública del aeropuerto (Aerocas) y la gestora privada (Concesiones Aeroportuarias) tiene como raíz la delicada situación financiera de la última, acosada por los bancos que le prestan dinero e incapaz de cumplir sus compromisos con la UTE constructora. Una situación derivada en parte de los impagos de la Generalitat. A pesar de que la constructora está al borde de la quiebra, el Consell no ve preocupante la situación.

Los 110 millones de inversión del aeropuerto tienen tres fuentes. Por una parte, está el capital que aportan los socios de Concesiones Aeroportuarias (FCC, Caja Madrid, Lubasa, Abertis, Bancaja y PGP); por otro, el préstamo de Aerocas a la concesionaria de 46 millones de euros; y por último, el crédito de 34,2 millones de un sindicato de bancos a Concesiones.

Según ha podido saber este diario, la concesionaria tiene graves problemas con los bancos que le prestan directamente capital. Exigen que se certifique el final de obra antes del próximo 31 de marzo. Además, solicitan el reequilibrio financiero de la sociedad. De no ser así, podrían ejecutar el préstamo, es decir, emprender acciones encaminadas a que la concesionaria les devuelva el dinero.

La concesionaria, sin embargo, tiene graves problemas para cumplir las demandas de los bancos. Una situación relacionada con los impagos de la Generalitat (a través de Aerocas). Como ya explicó este diario, el Consell adeuda aún a Concesiones casi dos millones de euros de 2010 de la revisión al alza del presupuesto del aeropuerto. Tampoco ha librado todavía 1,3 millones del préstamo participativo. En esa situación, la concesionaria no puede acabar la obra en los plazos previstos, ya que no puede inyectar capital a la constructora, que está al borde de la quiebra.

El reequilibrio financiero de la sociedad es otra exigencia de los bancos. Y ahí se está produciendo el enfrentamiento entre Aerocas y Concesiones Aeroportuarias.La empresa pública, presidida por Carlos Fabra, está dispuesta a abonar a la gestora hasta cinco millones de euros anuales correspondientes al coste de los controladores aéreos, bomberos y seguridad. Sin embargo, la concesionaria entiende que es insuficiente, ya que esos servicios ya estaba previsto que los pagara Aerocas. Pretende que se incluyan nuevas cláusulas económicas para compensar por factores como el retraso de los PAI de golf, la competencia del AVE o los cambios en los mercados financieros y turístico. ¿Qué precio tiene eso? Según desveló Fabra, la concesionaria (o dos de sus socios) solicita ocho millones de euros anuales durante los 50 años de la concesión, lo que hace un total de 400 millones. A cambio, está dispuesta a renunciar a los 6 euros de indemnización por cada pasajero de menos que aterrice en el aeropuerto.

Problemas en solución

La portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, aseguró ayer que en el gobierno valenciano "no hay preocupación" por la situación que vive el aeropuerto, motivada en parte por los impagos a la concesionaria. Según la consellera, la Generalitat "respalda de principio a final un proyecto que se inaugurará dentro de poco". Afirmó que todos los problemas que está surgiendo "se están resolviendo" y eludió concretar si habrá rescate público.