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La Conselleria de Medio Ambiente sólo ha habilitado esta temporada entre tres y seis agentes medioambientales para vigilar los espacios naturales de toda la provincia y, al mismo tiempo, prevenir o denunciar la caza ilegal de aves practicada en cerca de 1.000 posibles "paranys" activos. Así lo confirmaron ayer fuentes de la Asociación de Agentes Medioambientales de Castelló, un colectivo que lamenta que el Consell siga recortando recursos humanos para respaldar implícitamente -o cuanto menos no perseguir- esta modalidad cinegética declarada ilegal.

Las mismas fuentes precisaron que, de hecho, los turnos de agentes se reducen a tres personas durante los horarios nocturnos, momento en el que más se practica esta caza prohibida por sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ), el Tribunal Supremo y el Tribunal Europeo. Todos ellos coinciden al señalar que es un método de caza masivo y no selectivo que puede provocar la desaparición de especies en peligro de extinción.

No lo considera así la Generalitat Valenciana (Partido Popular), que en 2009 defendió públicamente esta modalidad y aprobó una nueva Ley de Caza autonómica con el ánimo de legalizar el "parany". Por su parte, el Gobierno consideró que la norma autonómica invade sus competencias y la recurrió ante el Tribunal Constitucional, que admitió el recurso y advirtió que el "parany" sigue estando prohibido hasta que se dicte sentencia.

800 puntos a vigilar

Los agentes medioambientales de la Conselleria de Medio Ambiente ratificaron la semana pasada que existen más de 1.000 "paranys" preparados para la caza ilegal en la provincia de Castelló y que aproximadamente 800 de ellos se encuentran activos.

Dicha estimación es incluso más contundente que la difundida por el Grupo para el Estudio y la Conservación de los Estudios Naturales (Gecen) y Ger-Ecologistas en Acción, los cuales denunciaron la presencia de cerca de 1.000 paranys en los que operarán más de 2.000 cazadores.

Además, los agentes medioambientales confirmaron que, sólo en las primeras 48 horas del inicio de temporada, ya habían sorprendido a cazadores furtivos en varios municipios castellonenses y han interpuesto las primeras denuncias oficiales.

La mayor parte de las denuncias se han derivado de inspecciones nocturnas, dado que los "paranyers" han reducido a la mínima expresión su actividad durante el día, momento en el que existe mayor riesgo de miradas indiscretas o de inspecciones. Mientras tanto, la organización conservacionista internacional SEO-BirdLife ha denunciado ante la Generalitat a 948 "paranys" que estuvieron actuando "ilegalmente" desde 2008 a 2010 y solicita multas por valor de más de 190 millones de euros.