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...y pide ayuda a la plantilla

Sin el apoyo de la directiva y de la afición del Villarreal, al técnico Juan Carlos Garrido sólo le queda pedir ayuda a los jugadores, aunque sin embargo estos son las piezas más importantes de todo este embrollo. El preparador amarillo es consciente que sólo los futbolistas le pueden salvar el cuello. La prueba es que el planteamiento realizado por el preparador valenciano fue idéntico ante el Manchester City y ante el Levante. En Champions se habló de espectacular equipo, en Liga de debacle. ¿Qué cambió en sólo cuatro días? La actitud de la plantilla.

La garra y la presión sobre el rival que ejercieron los jugadores ante el City nada tuvo que ver con el once ante el Levante, que prácticamente jugó caminando y en ningún momento se hizo con el control del juego. Sin embargo, ya se sabe que en el mundo del fútbol es más fácil despedir a uno que a once, y es la cabeza de Garrido la que está en juego.

Así, ayer por la mañana, antes del entrenamiento matinal, el habitual saludo colectivo de apenas cinco minutos en el centro del campo se convirtió en una improvisada reunión de casi media hora.

El preparador valenciano fue capaz de motivar a los jugadores cuando parecía que era imposible recuperar los ánimos tras la destitución de Valverde, y ahora tiene que repetir la gesta, eso sí, con mucho menso tiempo. Por eso les pidió que en los próximos diez días, y sobre todo ante el Rayo -en el Bernabéu ya juegan motivados de por sí- no se vuelva a mostrar la cara que se evidenció ante el Levante.

Una petición de ayuda que ha sido aceptada al parecer por los jugadores, pese a que durante el derbi regional, con su apatía sobre el terreno de juego, más bien parecía que los amarillos favorecían la salida del técnico. Algo que ha desmentido completamente el vestuario a través de Marco Ruben, jugador que le debe mucho a Garrido.

"No hay ultimátums"

"Decir que le hemos hecho la cama al técnico es mentira y una locura", señalaba contrariado el delantero, quien no cree que el puesto del entrenador peligre, pese a la reunión que mantuvo ayer con el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles. "No veo que haya un ultimátum al entrenador. No es algo que crea que se está produciendo en esos momentos", indicó. "Hay que mejorar y hacerlo bien en el Bernabéu y ante el Rayo, pero para nada es una situación límite o un ultimátum para nadie".

Es más, para el argentino "el culpable de esta mala situación es el equipo, sin duda", y por eso son los futbolistas los que deben sacar esto adelante de la mano de Garrido. "Todos estamos con el entrenador. Él está con nosotros y nosotros con él. En eso no hay duda. Estamos juntos y todos tiramos para adelante, pero en lo futbolístico es donde no encontramos nuestro mejor nivel", y es por eso que llama a todos a la autocrítica:

"Habrá que pensar, mirar para adentro y sacar las conclusiones para mejorar y volver a ser el equipo que siempre hemos sido", añadió Marco Ruben, que pese al mal juegos ante el Levante, "nadie puede dudar de nuestro esfuerzo y nuestra profesionalidad".

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