«Nos hemos demostrado que el camino era éste, el trabajo de base». Santi López tiene claro el porqué del éxito logrado por el Club Voleibol Mediterráneo. El conjunto castellonense, tras sólo a ocho años de existencia, certificó el pasado sábado su ascenso a la Superliga Masculina, la máxima categoría del voleibol nacional. López sabe muy bien de lo que hablar porque es el principal artífice de este hito. Bueno, de hecho, sin él no existiría este equipo y, sin su trabajo, no se podrían haber acumulado 5 ascensos en menos de una década de vida.

No hay ningún ámbito del que no se ocupe López dentro de este club. Entrenador del equipo sénior, líbero de la plantilla que ha alcanzado el ascenso, presidente de la entidad y coordinador de la cantera; estos cargos reflejan la pasión por este deporte de un ex jugador de L'Illa-Grau que, en 2006, emprendió su propia aventura con la creación de este nuevo equipo. «No nos esperábamos que esto llegara tan pronto, pero este éxito es sólo el reflejo del mucho trabajo realizado en este tiempo», confiesa López. Un trabajo que no se acaba nunca porque ayer mismo, por la mañana, sólo unas horas después de saborear el ascenso, López se encontraba en pabellón Pablo Herrera del Grao de Castelló coordinando una nueva jornada de las escuelas municipales de voleibol. «Realizamos un intenso trabajo con todos los equipos federados. Esto explica, por ejemplo, que la pasada temporada nuestros infantiles terminasen cuartos de España y que nuestro juvenil y nuestro cadete fueran novenos», comenta el presidente del CV Mediterráneo.

La base, la cantera. Son palabras que pronuncian repetidamente a los labios de Santi López. Son la clave para que un club modesto, casi sin ingresos, haya armado una plantilla que le ha permitido confirmar un inesperado ascenso dos jornadas antes del final de la competición. «Estamos muy dedicados a la base. Cuando empezamos, teníamos 5 ó 6 escuelas municipales, ahora el número se encuentra en 16. Año tras año, hay 250 niños practicando voleibol en Castelló y ya han subido varias generaciones al primer equipo», señala. Este trabajo ha permitido logros como el campeonato cadete nacional y el subcampeonato cadete de hace cinco años. «Muchos de esos jugadores han pasado a juveniles y, después, al equipo sénior. Son la base de nuestra primera plantilla», explica López.

La base del actual equipo han sido estos jugadores que han venido desde abajo. «Son chavales que están entre los 20 y los 24 años», comenta el entrenador-jugador que también señala la ayuda aportada por algunos juveniles. «Los hermanos Luis y Santiago Vives han trabajado muy bien y nos han transmitido a todo el grupo mucha ilusión y motivación». Además, en este segundo año en la Superliga 2, se han unido los hermanos Javier y Vicente Monfort, procedentes de Valencia, que han ofrecido un plus de competitividad. A ellos, hay que sumar la aportación de veteranos como el colocador Manuel Navarta.

«Entre los jugadores con experiencia y los jóvenes, hemos armado un gran equipo», afirma López. Sólo con esta mezcla se explicad que el CV Mediterráneo finalizará la primera vuelta sin derrotas y haya ganado, esta misma campaña, la Copa del Príncipe celebrada en Melilla.

Una vida dedicada al voleibol

La agenda habitual de Santi López acostumbra a arrancar, a diario, sobre las 9 de la mañana. «Me dedicó a la administración, antes de ir a entrenar con el equipo hasta las 12. Después por la tarde, me dedico a organizar las escuelas municipales o a hacer más trabajo administrativo. Además, está la competición o visionar vídeos para conocer a los rivales», cuenta el presidente del club castellonense.

Por eso, el ascenso del primer equipo es «una satisfacción increíble», tanto para él como para toda la junta directiva y para otros profesionales del club, como el también entrenador de categoría nacional, Sergio Navarro. «Han sido muchos años de trabajo y dedicación, pero nos han demostrado que el trabajo en la base era la clave. Sólo así hemos armado un equipo con experiencia, pero a la vez con muchos hombres jóvenes», comenta.

Además, si L'Illa-Grau confirma su salvación, Castelló contará con dos equipos de voleibol en la máxima categoría nacional. Para López, este hecho se explica por el impulso de las instituciones. «Las instituciones tienen mucho que ver con esta circunstancia. Han apostado por que Castelló sea la Ciudad del Deporte y se ha hecho una gran inversión en los últimos años. Nosotros vendimos la ciudad con el Nacional cadete del pasado año. Durante una semana entera, gracias a los equipos participantes y el público que movilizaron, se llenaron hoteles», explica. Aparte añade que «ayuntamiento y diputación se han volcado en vender deporte y turismo y eso repercute en el crecimiento de los clubes, en la mejora de las instalaciones y en que la gente se movilice».

Un ejemplo es el partido del pasado sábado frente al FC Barcelona. El CV Mediterráneo logró reunir 500 personas en el Pablo Herrera. «Ha habido muy buena reacción, mucha gente se ha animado a retomar la afición por el voleibol. El objetivo, a corto plazo, es «crear una afición».

Tras el éxito, ahora también toca pensar en el futuro. «De momento, estamos asimilando la situación. En el club, tenemos muchas ganas de intentar dar el salto, pero competir en la Superliga pasa por tener dinero», comenta López. «Ahora debemos reunirnos con las instituciones y ver si nos van a apoyar. Además, alguna empresa, a pesar de la situación económica actual, debería apoyarnos», asegura porque «pasear el nombre por todos sitios. Podríamos hacer que su nombre se conozca por toda España».