Vila-real se prepara para vivir su Semana Santa, una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de Castelló y declarada de Interés Turístico Provincial. La junta Central de Semana Santa de la localidad ya tiene cerrado el cartel con la programación, que incluye más de una quincena de actos. Las actividades de la víspera comienzan este próximo fin de semana en los alrededores de la basílica de Sant Pasqual con la celebración de la VII edición del Pregón Musical.

Ya dentro de la semana propiamente dicha, este año presenta algunas novedades. El presidente de la junta central, Pascual Sanz, subrayó ayer que los días 16, 23 y 30 de marzo a las 21.30 horas en el salón de actos de la Fundació Caixa Rural se celebrará un ciclo de cine en el que se analizarán las figuras de varios personajes coetáneos a Cristo. El viernes 20 de marzo, en la celebración del Pregón de Semana Santa, la Unión Musical La Lira interpretará por primera vez una obra compuesta expresamente para la ocasión por el maestro e Hijo Predilecto de la ciudad, Rafael Beltrán. La última de las novedades llegará el 26 de marzo a las 19.30 horas habrá un recital de poesía religiosa a cargo del coro Ciutat de Vila-real, dirigido por Miguel Allepuz.

El Jueves Santo a las 21.00 horas en la Plaza Mayor tendrá lugar «Laquima Vere», una obra que tal y como apuntó ayer el edil de Turismo, Emilio Obiol, «ofrecerá sorpresas espectaculares en cuanto a la representación», dijo. A las 24.00 horas desde la capilla del Stmo. Cristo del Hospital comenzará la Procesión del Silencio que, al igual que el año pasado, contará con la recogida de alimentos a beneficio de Joventut Antoniana, Cáritas y Sant Vicent de Paül. El Vía Crucis, la vigilia pascual y la procesión del encuentro, que será el domingo de pascua a las 8.00 horas desde la plaza de la vila, serán los acontecimientos que cerrarán la festividad.

Finalmente, Obiol señaló que la Semana Santa es «una fiesta fundamentalmente religiosa, aunque también destaca por su vertiente cultural y artística» y señaló la fiesta como «una de las cristalizaciones más importantes del turismo religioso por el que venimos apostando en estos últimos años», concluyó. Por último, indicó que las celebraciones, en las que participan 2.500 cofrades, suponen una media anual de mil visitas.