El filial del «submarino», ante su hueso duro de roer

El Villarreal B visitará este domingo el campo del Badalona, donde solo ganó en una de sus seis visitas en partido oficial de Liga, cinco en Segunda B y una en Tercera. La única alegría que dio el conjunto vila-realense en tierras catalanas fue el 26 de abril de 2014 cuando un extraordinario gol del mexicano Jonathan Espericueta (min. 68) le dio el triunfo al conjunto entonces entrenado por Lluís Planagumà. El 0-1 hizo justicia a un partido áspero y con muchas faltas.

Pero, tradicionalmente, visitar el feudo de la escuadra badalonesa nunca aportó alegrías. La primera vez que se enfrentaron los dos equipos fue el 27 de junio de 2004 en el partido de vuelta de la final por el ascenso a Segunda B. En El Madrigal hubo empate (0-0) y en la vuelta derrota en un partido de alto voltaje (3-2). El Badalona ascendió a Segunda B.

Tampoco hubo suerte la temporada pasada, la 2014-15. El partido se disputó en dos entregas. La primera hasta el minuto 30 con 0-0 y suspensión por un temporal de lluvia y viento. Se reanudó mes y medio después y se perdió por 2-1, con goles locales de Óscar Sierra y Abraham Noé, y en el 90 David Cubillas recortó la diferencia. Tampoco se sacó nada positivo en las temporada 2012-12 y 2008-09, con derrotas 2-0 y 3-0, respectivamente. Y se sumó un punto la 2007-08 (0-0).

El domingo a las 12 horas se disputará la séptima entrega de los enfrentamientos entre Badalona y Villarreal B. Se jugará en el campo de Montigalà, muy pequeño y con un césped artificial muy desgastado, que requerirá de muya concentración y practicidad. Los locales juegan un fútbol muy directo que les suele dar resultado. Además, los badaloneses estarán eufóricos tras ganar en El Collao ante el Alcoyano (0-1).

Cuatro bajas son seguras

Para esta cita el Villarreal B cuenta con las bajas de los jugadores que siguen lesionados: el central moldavo Dan Ojog, el extremo diestro vallisoletano Iván Alejo y el centrocampista ruso Anton Shvets. Además, esta semana se une el mediapunta argentino Leo Suárez, por sanción, tras la doble amarilla que vio el sábado en el partido contra el Barcelona B.