Los sindicatos plantean movilizaciones ante el bloqueo del convenio del azulejo

Los sindicatos lanzaron ayer a la patronal cerámica Ascer una advertencia de cara a la próxima reunión del 18 de noviembre para negociar el convenio laboral del sector. Trasladaron a los empresarios que si mantienen su «postura inmovilista» la voz sindical se escuchará «más allá de la mesa de negociación».

CC OO y UGT remitieron un comunicado conjunto para dar su versión de la reunión celebrada el pasado miércoles y que acabó sin acuerdo. Las organizaciones afearon a Ascer que trate a los trabajadores del sector cerámico «como niños que no saben lo que realmente les conviene». Según explicaron, la parte sindical propuso la firma de un convenio de transición de dos años de duración y con unos incrementos salariales del 1% y 1,5% con cláusulas de revisión. Unos porcentajes «que recomiendan sindicatos y patronales a nivel estatal», apostillaron las mismas fuentes.

La propuesta de Ascer fue un aumento salarial del 0,3%, sin retroactividad y con posibilidad de una subida mayor para 2016. Como contrapartida, la patronal planteó (según los sindicatos): flexibilizar la jornada laboral, aumentar las horas de trabajo anuales, congelación de la antigüedad

y establecer un grupo de inicio en el sector con un salario de 700 euros.

«Nos piden más flexibilidad, cuando la tienen en la contratación, con bonificaciones, contratos eventuales de prácticas y parciales. La utilizan también en la salida del mercado laboral, con EREs y despidos objetivos a 20 días año. Quieren que seamos flexibles durante la relación laboral, con fines de semana, noches, festivos, prácticamente produciendo los 365 días del año», señalaron CC OO y UGT.

Próxima reunión

La próxima cita es el próximo 18 de noviembre y, según los sindicatos, la patronal les ha instado «a reconsiderar» su postura, «insinuando que de no ser así no hará falta que nos reunamos». «El día 18 de noviembre nos volveremos ha reunir, pero si Ascer continúa con la postura inmovilista, se tendrá que escuchar nuestra voz más allá de la mesa de negociación, concluyen los representantes de los trabajadores.