La lucha contra el acoso escolar tiene premio. Y nombre propio. El de Arnau Campos, David Martínez, Maria Martí y otros alumnos del IES Francesc Tàrrega de Vila-real que han recibido el reconocimiento de la comunidad educativa para premiar su compromiso activo contra el acoso escolar, y han recibido un diploma por sus fotografías de gran formato para combatir este tipo de maltrato que rompe la convivencia pacífica en las aulas. La muestra se puede ver en el Sala d'Exposicions de la Caixa Rural de Vila-real.

Una joven cosiéndose la boca para alertar sobre los que sufren acoso escolar y no denuncian por miedo; un grupo de clics juntos mientras uno queda al margen para ilustrar a aquellos que piensan que esto es un juego; o la imagen directa de una agresor tapado golpeando a una víctima en un rincón para denunciar a los que miran y calla, son tres de las 10 imágenes impactantes en gran formato que han elaborado estos alumnos en un proyecto interdisclipinar realizado por los propios alumnos y dirigido por profesores de diversos departamentos implicados. Las 10 imágenes están acompañadas de un eslogan que las define y que muestra todos los puntos de vista del acoso: la víctima, el agresor y el cómplice que calla y mira hacia otro lado.

Imagen y mensaje

«El mensaje de mi imagen es que la gente no se calle, que pierda el miedo y que cuente lo que pasa». Es la reflexión de María Martí, alumna de 4º de ESO, autora de de la imagen en la que aparece una joven cosiéndose la boca que simboliza a la perfección su mensaje. «Quería ayudar de alguna manera, diciéndole a la gente que hable, que cuente lo que ve».

En la misma línea se expresa Arnau Campos, alumno de 3º de ESO y que presenció un acoso que le inspiró su foto, un joven encapuchado, de rodillas contra la pared que recibe un puñetazo en la cara. «Los golpes del que pega son igual de malos de los del que mira y solo calla», es la frase que se puede leer en su fotografía. Es la constante en estas 10 imágenes impactantes, todas ellas acompañadas de un mensaje que tienen como objetivo frenar el acoso escolar y contra el silencio cómplice del que calla frente a este tipo de violencia tanto física como psicológica. «Hemos querido poner de relieve a través de este proyecto que los alumnos pueden jugar un papel decisivo ante una situación de acoso y, por tanto, en ellos como testigos, puede estar la solución para luchar contra el acoso escolar», explicó Chelo Palau, responsable junto con Rosa Solaz de este proyecto.

En palabras de Rosa Solaz, «después de este trabajo los alumnos son más conscientes de los hechos, del acoso que se vive dentro y fuera de las aulas». Por la repercusión de esta muestra de impacto, que podrá verse hasta el próximo 13 de junio, el primer objetivo está conseguido. Frente al acoso, estos alumnos se han puesto de frente y no han mirado hacia otro lugar.