Sturridge revitaliza a Inglaterra ante Gales

A última hora, como parece ser la única forma en esta Eurocopa, Sturridge sacó a Inglaterra del fenomenal enredo en que se había metido y que la iba a dejar pendiendo de un hilo en su último partido frente a Eslovaquia. El delantero del Liverpool, acribillado por las lesiones esta temporada, fue el auténtico revulsivo de un equipo que no conseguía hacer mella en la portería galesa pese a dominar el partido de cabo a rabo.

Casi a trompicones, con más fe que regates, Sturridge tiró una diagonal en el área gracias a un balón que le había llegado de rebote y logró embocar un tanto que da virtualmente la clasificación a los «pross».

Por lo demás, en el estadio más británico de Francia, el Bollaert-Delelis de Lens, a una hora más propia de la Premier League, Inglaterra y Gales dejaron un derbi que no pasará a la historia pero que tuvo intensidad y donde volvió a brillar el golpeo de Gareth Bale. El madridista, poco antes del descanso, soltó su zapatazo en una falta a unos 30 metros de la portería. El meta Hart llegó a tocar la pelota con los guantes y pudo haber hecho más para detener el lanzamiento, que se transformó en gol galés y llevó la locura a su hinchada, menos numerosa pero infinitamente más animosa.

En la segunda mitad Hodgson dispuso un 4-4-2 tras haber salido con un 4-3-3 y sentó a Kane y Sterling, para dar la oportunidad a Vardy y Sturridge y apostó por la intensidad más que el juego combinativo. La salida de este último y, posteriormente, de Rashford le dio más dinamismo al ataque inglés, que pasó a encerrar a Gales, que apenas pisó el campo contrario en toda la segunda mitad. A falta de buen fútbol, salvo el que sale de los pies de Wayne Rooney, Inglaterra apeló en esta ocasión al carácter que le faltó en su primer partido frente a Rusia. Vardy igualó el marcador y Sturridge sentenció para los ingleses en la prolongación. Bale dispuso de una oportunidad para empatar, pero su remate fue fuera.