Campaña de guante blanco en Castelló

Castelló afronta hoy las segundas elecciones generales en seis meses tras una campaña de bajo coste y guante blanco por parte de las candidaturas provinciales. Las principales formaciones políticas han repetido sus cabezas de cartel en una especie de segunda vuelta que ha acentuado la polarización entre el PP y la coalición formada por Podemos, Compromís e Izquierda Unida.

Podemos y Compromís ya materializaron el «sorpasso» al PSOE en Castelló el pasado 20D y, ahora, con la incorporación de IU, disputan la primera posición al Partido Popular. Según las encuestas, podría arrebatar el segundo diputado a los populares, que se quedarían con uno, mientras se mantendrían con uno el PSOE y Ciudadanos.

Levante de Castelló ha reunido a los primeros espadas del PP, A la Valenciana, PSOE y Ciudadanos. Miguel Barrachina (PP), Marta Sorlí (A la Valenciana), Artemi Rallo (PSPV-PSOE) y Domingo Lorenzo (Ciudadanos) dejaron por un momento sus diferencias de lado y comentaron la campaña en un ambiente de cordialidad.

Los partidos políticos han centrado la campaña en actos de calle y pequeños mítines. A la Valenciana ha protagonizado los encuentros más multitudinarios, destacando el mitin en el parque Ribalta. Ya sea por el ajuste en el gasto o porque se trata de una repetición de elecciones, pero no ha habido parangón con la movilización de anteriores citas de las fuerzas tradicionales del PP y PSOE.

Los candidatos a la presidencia han eludido Castelló. A la Valenciana recibió en Castelló la visita del número dos de Podemos, Íñigo Errejón, además de la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, y el número 1 por Valencia, Joan Baldoví. A la Valenciana es la candidatura que más empuje ha mostrado en la campaña. Es la única que ha presentado una novedad en esta contienda electoral con la suma de Izquierda Unida.

El Partido Popular ha contado con los dirigentes nacionales Andrea Levy y Javier Maroto, y ha renunciado a los mítines en el Teatre Principal. Del PSOE han pisado Castelló el exministro Juan Fernando López Aguilar y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mientras Ciudadanos ha contado con el secretario general de la formación, Matías Alonso.

El PP ha centrado sus ataques en A la Valenciana en una estrategia del miedo en la que ha intentando atraer al votante moderado que perdió el 20 D en favor de Ciudadanos. Barrachina ha advertido que un gobierno de Unidos Podemos sería un desastre y pondría en riesgo las 200.000 prestaciones públicas de Castelló. A la Valenciana ha aceptado con gusto el cuerpo a cuerpo con el PP, ya que ha permitido colocarle en una posición de liderazgo en el campo progresista. Esta vez ha evitado críticas a los socialistas. Quiere ganar al PSOE, pero tras el 26J pretende cortejarlo para formar un posible gobierno de izquierdas. Hace valer el pacto del Botánico entre socialistas, Compromís y Podemos. Marta Sorlí, en la entrevista con este diario, confiaba en la coalición progresista y subrayaba que A la Valenciana es sinónimo de «consenso, diálogo y dignidad».

Rallo se muestra convencido de que el PSOE virará las encuestas y presenta a los socialistas como el único partido que garantiza el cambio. Ha capitalizado sus ataques al PP, pero también ha dejado algún recado a Unidos Podemos, culpándole de la celebración de las segundas elecciones por no votar a favor del pacto entre el PSOE y Ciudadanos. Lorenzo proyecta a Ciudadanos como el partido del centro, situándolo en una equidistancia entre socialistas y populares. Su rival a batir es Unidos Podemos y no esconde sus preferencias por un gobierno de PP, PSOE y Ciudadanos, con un presidente distinto a Mariano Rajoy. Niega ser una «marca blanca del PP» y para ello destaca su apuesta por eliminar las diputaciones.