De final en final. El Villarreal B está inmerso en el último tercio de la competición que es donde se decide todo. Once partidos, cinco de ellos en el Mini Estadi, le restan al filial amarillo que dirige Paco López y que, en estos momentos, está con una desventaja de seis puntos respecto a la cuarta plaza de la clasificación que es la que permite disputar la fase de ascenso a Segunda División. Se perdió el pasado domingo en el campo de un rival directo como el Badalona, de maneja injusta (1-0), y ahora toca pensar en el partido del domingo a las 12.00 horas contra el Lleida Esportiu, en el feudo groguet, otro rival directo por estar entre los cuatro primeros cuando la actual temporada finalices.

Barcelona B y Alcoyano son los que cabalgan más directos a la lucha por el ascenso. Llevan una buena renta de puntos. Luego aparece el Valencia Mestalla, secundado por el intratable Badalona. Fuera de las plazas aparece un Hércules que se encuentra en plena crisis y que ha ratificado en su cargo al técnico Tevenet, y un Villarreal B que no acaba de dar alcance a esa cuarta plaza que era y es la más próxima. Los villarrealense en el Mini Estadi son bastante fiables, pero como visitantes se está olvidando cuándo fue su última victoria: el 20 de noviembre pasado en el campo del Hércules (2-3).

Calendario exigente

El calendario no es muy benévolo para los muchachos de Paco López, pero es el que hay y el que toca apechugar. Once jornadas para la conclusión, de las cuales cinco se jugarán en territorio amarillo, y las otras seis lejos de casa. Como local recibirá al Lleida Esportiu, Prat, Ebro, Hércules y Atlético Baleares, y como visitante jugará en los campos de L'Hospitalet, Espanyol B, Atlético Saguntino, Atlético Levante, Alcoyano y Mallorca B. Fuera los rivales le exigirán mucho.