Después de más de 10 años y tras continuos sobreseimientos que han desestimado el delito electoral, el Juzgado de lo Penal número 1 de Castelló ha dictaminado la apertura de juicio oral por las altas injustificadas en el censo de Cabanes ocurridas poco antes del cierre del padrón debido a las elecciones locales de 2007.

En concreto, el juzgado ha citado la celebración del juicio para el 11 de julio de 2018 con el fin de resolver la supuesta comisión del delito de falsedad documental que la parte acusatoria, el concejal de Units pel Poble-Compromís, Carles Mulet, imputa a Pascual Adsuara, único acusado y para el que se solicitan tres años de prisión.

En su escrito de acusación, Mulet argumenta que según los diversos testimonios escuchados en la instrucción «todos ellos coinciden en que fue Pascual Adsuara Moya la persona que habría efectuado las gestiones ante el Ayuntamiento de Cabanes», del que asegura que falsificó firmas y «la realidad del empadronamiento de sus familiares y amigos, todo ello con la clara intención de votar a los mismos en el término municipal de Cabanes».

En 2007, el propio Mulet denunció el alta injustificada de 39 personas en inmuebles propiedad del exalcalde, Artemio Siurana, familiares suyos y miembros del PP de Cabanes. Tras un reguero de recursos, los magistrados asimilan el criterio de la Fiscalía y deciden en 2011 desestimar la comisión del delito electoral y desvincular del caso a los acusados en primer término, estimando parcialmente la acusación contra Pascual Adsuara por la citada falsedad documental.

Aún así, las personas empadronadas falsamente, como aquellos que fueron acusados en primer término y el exalcalde Siurana deberán comparecer en el juicio como testigos para confirmar las versiones que obran en las diligencias instruidas.

A este respecto, Mulet, indicó que «esperamos un poco de luz al final del caso, sabemos que hay unos responsables políticos, que eran los que ganaron en 2007 las elecciones municipales con un censo hinchado y la compra voluntades, de momento quién tendrá que dar la cara es un actor secundario, que esperamos que diga en el juicio lo que hasta ahora ha callado».