Desde los viñedos más altos del Palancia, «La Piel de la Vid» representa la nueva marca de vinos jóvenes que, la Cooperativa de Viver, ha sacado al mercado dando un salto más allá de sus exquisitos aceites de oliva virgen extra (Vivarium y Lágrima); sus excelentes nueces y almendras o su apuesta por el cultivo de hortaliza y la recuperación de productos autóctonos de gran calidad como la alubia del confit. Una labor de diversificación en la que se ha sumergido ahora la oleícola viverense como proyecto de futuro que cierra el ciclo de la agricultura mediterránea 365 grados y recupera del pasado las raíces de uno de los cultivos más ancestrales de Viver y del Palancia, la vid.

Esta nueva gama de vinos jóvenes entre los que está un vino tinto (Niebla), uno rosado (Brisa) y uno blanco (Nube) de excelente calidad y gran aceptación por aficionados y entendidos del mundo de la enología. Tres variedades que han sido cultivados y elaborados íntegramente en el Alto Palancia, dentro de la labor de cooperación que la oleícola viverense desarrolla con otras entidades, en las instalaciones tanto de la Masía de la Hoya, como en la infraestructura de la prestigiosa bodega castellonense que recientemente han adquirido, Divinos & Viñas, ubicada en Segorbe.

Pero Niebla, Brisa y Nube, el nombre de estos tres caldos que actualmente están en el mercado y de los que, en un principio, se han sacado al mercado 1000 litros del primero y el segundo y 3000 del último, son mucho más que vino. Estos tres monovarietales representan la fruta y la uva como protagonista. Son la expresión y referencia a las raíces; son la visión no solo de un producto acabado, sino de donde empieza todo. Son la recuperación de la memoria de la comarca y el reflejo de la conexión entre la viña y el entorno que, bajo el paraguas de La Piel de la Vid, pretenden dignificar el trabajo del agricultor y hacer un guiño a los elementos de la naturaleza y el contacto con el día a día de las viñas los 365 días del año.

Tal como explica el director de la entidad, Fernando Marco, «la apuesta por esta diversificación se basa en una visión de futuro de cara a mejorar la situación de nuestra entidad y sus socios y, desde el punto de vista conceptual, el vino nos ayuda a cerrar el círculo de la agricultura mediterránea 365 grados».

«Con esta producción, de la que pretendemos además sacar crianza y reserva a largo plazo, apostamos también por la tradición vitivinícola de Viver, el conocimiento de nuestros agricultores socios en viñas y la puesta en común de todos los componentes», completa. Así pues, destaca Marco, «significa un salto muy importante que realizamos en un punto de madurez y como apuesta de futuro».

Para consolidar el proyecto, desde la Cooperativa de Viver han decidido además unir su Piel de la Vid a la IGP de Castelló, de la que forman también, a través de Marco, parte de la junta directiva.

Calidad y producto local

Según el director, «creemos que la IGP puede aportarnos una estabilidad y somos además la primera cooperativa agroalimentaria que entra dentro». «Nos gusta su compromiso por el territorio y la idea de tejer, entre todos, una red». En definitiva, puntualiza, «trabajar juntos por este sector y aportar también nuestro producto como diferenciador de nuestra comarca y nuestro territorio».

Como tinto joven Niebla ha sido cultivado en vides de la variedad cabernet Sauvignon a 450 metros de altitud. De color rojo picota, cuenta con un aroma herbáceo, a frutos rojos, ciruela, cálido y con sabor con notas de regaliz y apuntes varietales de pimentón dulce.

En el caso del rosado, Brisa, la syrah es la uva protagonista que le aporta ese tono rosa pálido de piel de cebolla. Una dulce sorpresa en cuanto al aroma y sabor a caramelo de fresa, con toques de pomelo y ligeramente especiado. Por su parte, el blanco joven, elaborado con uva Chardonnay cultivada en Viver a 660 metros de altitud, representa el aroma limpio y cítrico de la tierra. Equilibrado, fresco y de color amarillo pajizo, Nube es la tercera opción de los nuevos caldos de la Cooperativa de Viver.

Todos ellos pueden adquirirse tanto en las tiendas propias que gestiona la entidad, así como a través de su tienda online www.cooperativaviver.es y la red de tiendas especializadas de productos exclusivos y restauración por un precio medio de 4,3 euros la botella, que permite al consumidor degustar en un sorbo este compromiso con la tierra, la agricultura y la comercialización digna del producto que la cooperativa de Viver ofrece en todos sus productos